11.1 C
Talca
InicioOpiniónPASTELERO A TUS PASTELES por Rodrigo Biel Melgarejo

PASTELERO A TUS PASTELES por Rodrigo Biel Melgarejo

Utilizamos esta frase cuando queremos indicar que cada uno es experto en su área, de tal modo que quien tenga nociones básicas de un tema, no es experto.

Fundado en ello, algunos sostienen que los constituyentes y sus asesores solo deben ser abogados y abogadas, afirmando que de ese modo se asegura la excelencia en el resultado; no comparto esa opinión, el organismo constituyente puede estar integrado por esos profesionales, como también por otros y otras que provengan de distintas disciplinas del saber, como de variados oficios e inclusos por aquellos, que en inglés se conocen como self made man/womans, es decir hombres y/mujeres hechos a sí mismo.

Estoy convencido, sin equivocarme, que todas y todos los que asuman el rol de constituyentes, como también sus asesores y los expertos, deben ser personas que tenga un gran sentido común, criterio, realismo, pragmatismo, estudio etc.

Pero como abogado, me voy a centrar en estos profesionales, sin olvidar que en el primer proceso participaron más de 50 letrados, con el resultado que todos conocemos.

Los que ingresamos a una Escuela de Derecho, obtenemos de la Universidad el grado de Licenciados, siendo la Corte Suprema la que nos inviste con el título de abogados y abogadas; no juramos como jurista, a pesar de hablar de abogado y jurista como si fueran sinónimos, lo que por cierto no es.

Resulta válido entonces preguntarse ¿quién es un jurista?

El Dr. Garciandia González, profesor de derecho procesal de la Universidad de La Rioja, nos dice que “el jurista es una persona especializada en la realización del Derecho”, de consiguiente lo distingue del abogado, quien solo es un conocedor del derecho, haciendo hincapié el mencionado profesor en que el jurista se distingue por “un modo de pensar y ver las cosas”, lo que según el riojano (quizás los emigrantes españoles más numerosos en Chile) configura “la mentalidad jurídica”.

El jurista así concebido, es aquel letrado que posee algunas habilidades especiales, como la capacidad de esquematización, la consideración del fin a perseguir y la visión de totalidad, todo lo cual resulta consustancial a lo que esperamos del trabajo convencional.

Adscribiendo a lo que piensa el mencionado profesor, en el trabajo constitucional se necesita la participación (entre otros) de un jurista capaz de obtener “de la realidad los rasgos que posean plena significación, y conforme a sus conocimientos en derecho esquematizar”, en este caso lo que serán las normas constitucionales en términos y categorías jurídicas, sin olvidar los fines que se persiguen al elaborar la ley de las leyes.

Otro profesor español, García Amado, afirma “que el jurista bien formado es el que tanto puede “descender de la teoría al caso, hallando siempre el ejemplo práctico y real para toda discusión normativa y doctrinal, como elevarse del caso a las normas y a la doctrina para entenderlo y tratarlo en su debido encuadre sistemático”.

A partir de lo que señalo, a los primeros constituyentes les faltó sentido de la realidad, pragmatismo y por sobre todo, realizar el ejercicio que anota García Amado.

El constituyente sea del lado que viniese, debe mirar más alto, toda vez que está contribuyendo a construir la Carta Fundamental, la Carta Magna. Decir que es fundamental, significa que la Constitución es una obra esencial, trascendente, primordial para el país, no es solo para el ahora, es para el futuro; es magna porque la Constitución debe ser grande, poderosa, superar lo habitual, de ahí que la tarea de la creación de la norma constitucional trasciende al partidismo y a los propios convencionales, éstos deben lograr un texto que sea aceptado por la mayoría sustancial de sus connacionales.

Aclaro, que cuando me refiero a jurista no estoy diciendo que deben ser solo magister y/o doctores en derecho, ya que no siempre los que obtienen esos grados, devienen en juristas, con la salvedad de mis colegas doctores de la Universidad en la que imparto clases.

Esperemos que cuando debamos elegir, si optamos por un abogado, hagamos el ejercicio de saber buscar a los hombres y mujeres que sean juristas, y que los convencionales cuando elijan a sus asesores abogados o abogadas hagan lo mismo.

Rodrigo Biel Melgarejo

Abogado

Mantente Informado
18,725FansMe gusta
8,288SeguidoresSeguir
2,501SeguidoresSeguir
1,130SuscriptoresSuscribirte
Noticias Relacionadas