¿Qué significaría para usted ser ratificada este domingo como nueva senadora por el Maule tras la designación de Álvar Elizalde como ministro del Presidente Boric?
«Yo considero un gran honor que tanto el propio ministro Elizalde como la directiva de nuestro Partido Socialista -no habiendo participado yo de esa votación porque obviamente me abstuve- por unanimidad propusiera mi nombre para representar a la región del Maule en el Senado a nombre del PS. Esto obviamente dando continuidad a ciertos temas que son de interés nacional pero que también tienen que ver con la región».
¿Cómo cuáles?
«Lo primero es el tema de la seguridad porque se ha tomado la agenda y hay que enfrentarla de manera decidida. Pero también debemos preocuparnos del régimen de aguas que es algo en lo que hay que poner énfasis. Son temas que me preocupan desde el punto de vista profesional, como abogada, donde tengo bastante experiencia en ambas temáticas. Y un conjunto de temas donde hay que intervenir día a día. Todos saben que, en el Senado, si bien la elección es regional, la representación es nacional».
¿Cuál es su percepción de cómo afrontar las problemáticas que aquejan a la región del Maule?
«Creo que en una región tan amplia como el Maule, con una diversidad geográfica y cultural, hay que distinguir entre los temas urbanos y rurales. La ruralidad es muy importante y, muchas veces, las temáticas que tienen que ver con el mundo rural no tienen la misma visibilidad que pueden tener otras, sin perjuicio de la gran relevancia que tiene el campo para el desarrollo del país, por la seguridad alimentaria y productiva. Es una diversidad de aspectos que abarca esta región y hay que preocuparse».
En materia de lucha contra la delincuencia ¿cuál es su visión ante la idea de afrontar una agenda de más largo plazo en instancias como el Senado?
«Yo tuve oportunidad de participar en el segundo Gobierno de la Presidenta, Michelle Bachelet, en el Ministerio de Justicia, como jefa de la División Jurídica, donde me correspondió impulsar importantes proyectos, junto al ministro, José Antonio Gómez. Fue una agenda de seguridad que contempló afrontar delitos como el robo de cajeros automáticos con el método de los ‘alunizajes’. Nosotros implementamos una agenda técnica amplia donde prácticamente se erradicó ese delito. Pero no fue lo único, porque también fortalecimos al Ministerio Público con una inyección relevante de recursos, para que se implementaran fiscalías orientadas a focos delictuales».
¿Como evalúa la implementación de esos recursos en el caso del Ministerio Público?
«Creo que ese diseño que tuvo los recursos necesarios para el personal y su implementación, lo suficiente para financiar 577 nuevos cargos, entre otras cosas, no tuvo los efectos ue se buscaban. Lo he conversado con el ministro de Hacienda, Mario Marcel, en cuanto a que mi visión es que no basta con recursos, porque hay que mejorar la gestión. No solo en el Ministerio Público, también en las policías, con índices que midan resultados. Y de esa manera, se acaba con la impunidad. Solo subir penas no produce efectos en bajar la criminalidad. Allí la clave es la posibilidad cierta que pueden tener los delincuentes de ser descubiertos y perseguidos penalmente».
¿Cuál es opinión frente a las figuras del Delegado Presidencial Regional que coexiste con los Gobernadores Regionales? ¿Pueden coexistir? ¿Cómo resolver el tema de las competencias?
«Es un tema que he conversado con muchos de los delegados y gobernadores a nivel país. Y hay que resolverlo porque no se justifica, creo yo, mantener dos autoridades con un poder que finalmente la ciudadanía no entiende cómo se ejerce. Creo que hay que fortalecer la figura de los gobernadores regionales. La discusión a nivel parlamentario se va a adelantar pronto en cuanto a qué hacer con la figura de los delegados presidenciales regionales, con la creación del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Allí hay que definir qué va a pasar co los delegados y en qué autoridad se va a radicar la función de seguridad pública. Hay que buscar la fórmula que funcione y que separe lo que es la gobernanza de la región con recursos propios, como será con la ley del Royalty Minero que traerá recursos para los gobiernos regionales y municipalidades».
¿Cómo visualiza la implementación de la anunciada estrategia nacional del litio y su impacto a nivel nacional, en especial, con la participación mayoritaria del Estado en estos proyectos?
«En principio, con la estrategia anunciada estamos de acuerdo, porque concilia el desarrollo económico con un desarrollo sostenible, es decir, que nos preocupemos de producir, pero cuidando el medio ambiente, donde no dilatemos la producción de litio, porque es un negocio que en este momento hay que aprovechar las oportunidades y recaudar los recursos que son tan necesarios para el Estado».
¿Cuál es su compromiso con los territorios en caso de ser confirmada este domingo como senadora por el Maule?
«Yo llevo diez meses como presidenta del Partido Socialista y estoy siempre en terreno. Mi impronta es esa. Creo que solamente conversando con las personas y viendo sus necesidades uno los puede representar, más todavía, si soy representante de la región del Maule. Voy a honrar aquello. Ahora bien, la labor del Senador es estar en el Congreso y solo una semana en la región. Pero hoy tenemos todas las posibilidades de estar en contacto permanente. Se puede estar presente, aunque una esté en el Congreso. Mi compromiso es tener las puertas abiertas para la ciudadanía, porque de esa manera se recupera la confianza, construimos confianza, y podemos hacer mucho más por nuestro país».