
¿Cuál es el contexto?
En pleno diciembre los gastos asociados a las festividades de Navidad y Año Nuevo, además del inicio de las vacaciones de verano para los más jóvenes, se hacen más evidentes. Sin embargo, enfrentar los consumos asociados a estas fechas, sin un presupuesto familiar debidamente planificado y acordado por el grupo, puede representar problemas a corto, mediano y largo plazo.
¿Que dice un experto en economía?
Sobre este escenario fue consultado el académico de la Universidad Autónoma de Chile, sede Talca, Dr. Guillermo Riquelme, quien subrayó que “no existen recetas mágicas para estos casos”, menos aún si se asumen dichos gastos de forma urgente, apresurada y sin ninguna planificación. “Afrontar los mayores gastos con más crédito, es como apagar un incendio con bencina”, expresó.
¿Cuál es la principal recomendación?
La recomendación de Riquelme es planificar las finanzas personales y familiares, tanto ingresos como gastos, es decir, proyectar a final de cada año los flujos netos financieros del año próximo, generalmente dividido en períodos mensuales.
¿Cómo equilibrar el bolsillo?
“Los ingresos y egresos personales y familiares futuros no son normalmente de carácter fortuito, sino que más bien guardan relación con las decisiones y acciones que las personas toman y emprenden en cuanto a lo que van a consumir, los gastos, y lo que van a producir, los ingresos. En tal sentido, deben afrontar su devenir económico y financiero a través de un aprovechamiento óptimo y eficiente de los recursos escasos de que disponen. Si logran hacer esto para comenzar el año, en la siguiente Navidad podrán asumir las compras sin tanta preocupación”, detalló.
¿Cuál es la clave?
La invitación del académico es a planificar y definir los objetivos familiares y el modo como lograrlos; organizarse y como grupo familiar plantear metas conjuntas; realizar y respetar el presupuesto planificado; y controlar, además de verificar, los resultados de manera permanente, a fin de realizar ajustes de ser necesario.
¿Qué pasa si hay gastos obligados?
“Sin duda, la mejor alternativa es recurrir a recursos propios como el ahorro o la liquidación de algún activo familiar, es decir, venta de algún bien, que permita afrontar los pagos sin un perjuicio futuro…Si no existe esta posibilidad, inevitablemente habrá que recurrir a deudas a través del crédito financiero y/o comercial. En este caso es recomendable aprovechar aquellas instancias en que es posible pagar en 3, 6 o, incluso, hasta 10 cuotas a precio contado, dependiendo del tipo de crédito e institución financiera”, indicó.
¿Qué hacer con las deudas?
Subrayó que se debe cumplir cabalmente con los pagos pactados y no recurrir al pago parcial (pago mínimo), lo cual provoca que el crédito rotativo (aquel no cancelado en el vencimiento respectivo) se encarezca vía intereses máximos permitidos y se acumule una deuda que al final se hace compleja para pagar.