¿Cuál es su sensación al visitar la región del Maule?
«Muy encantada de estar acá, en el Maule, una región donde Evópoli, donde en las últimas elecciones ha sido un ejemplo para nosotros. Ha logrado posicionar a Evópoli en la región y con ello darle visibilidad nacional a través de nuestro diputado, Jorge Guzmán, de nuestro consejero regional y diez concejales. Nuestra directiva regional ha hecho un tremendo trabajo territorial de posicionamiento. Tuvimos a nuestra convencional, Bárbara Rebolledo, quien tuvo un rol preponderante en el proceso donde ganó en forma contundente el Rechazo. Todo eso ha sido parte del análisis que hemos hecho hoy aquí en la sede en Talca. Era importante revisar lo que han sido estos dos años, con más de 14 procesos eleccionarios».
¿Se analizó lo que ocurre con el nuevo proceso constituyente?
«Era importante analizar también en qué pie estamos en el proceso constituyente, en nuestro compromiso por una nueva y buena Constitución, cómo van las conversaciones en el Congreso. Nuestro diputado Jorge Guzmán va a tener un rol importante con su voto, también con los tres senadores van a tener un rol tremendamente importante en este proceso. Para nosotros, sólo estará cerrado cuando la mayoría de Chile pueda votar en un plebiscito por una nueva y buena Constitución».
¿Cuál es el mecanismo para redactar que prefiere Evópoli?
«Nosotros ratificamos nuestro compromiso por una buena y nueva Constitución tras el resultado del plebiscito. Y luego, estábamos en conversaciones con el Presidente de la República para hacerle saber que el Gobierno tiene que mantenerse al margen, porque se tiene que dedicar a gobernar, obviamente, tiene un rol de colegislador y en eso nos van a acompañar. En el Congreso, con 17 partidos políticos, se generó un muy buen ambiente, pero entendiendo también la humildad y responsabilidad que requiere este proceso. Aquí las fuerzas oficialistas perdieron contundentemente el 4 de septiembre y tienen que pensar cuál va a ser su propuesta para no cometer los mismos errores ni excesos uqe se cometieron con el texto fracasado».
¿Bajo qué criterios se van a tomar decisiones?
«Hubo dos principios que surgieron de estas conversaciones y que hoy se tienen que materializar en propuestas de las fuerzas políticas para, luego, lograr un acuerdo transversal. Los dos principios son participación ciudadana, cualquiera sea el mecanismo que todavía no tenemos decidido. Nosotros lo queremos, con un órgano constituyente electo, pero con otras condiciones, con otras reglas y otro diseño, totalmente distinto al recientemente fracasado. Creo que le debemos eso a la ciudadanía. Pero también le debemos que participe en la redacción del nuevo texto. Y el otro principio es la incorporación de ciertos principios o bordes que cuiden nuestra democracia y el Estado de Derecho, la igualdad ante la ley y, por sobre todo, la libertad de las personas. Poruqe eso fue lo quo la ciudadanía rechazó en el texto anterior».
¿Y cómo se logran esos objetivos?
«Para eso, hemos propuesto que se conforme, a la brevedad, un comité de expertos, técnico-político o de delegados que sea proporcional a todas las fuerzas políticas, que nos puedan ayudar en tres cosas fundamentales. Esto es, primero, delinear estos bordes porque la ciudadanía necesita la certeza de que el nuevo texto no va a cometer los mismos excesos anteriores. Lo segundo que puedan avanzar en el reglamento que va a conducir el funcionamiento del nuevo órgano, porque no podemos perder tres o cuatro meses como fue el proceso anterior. Ya hay un reglamento que se tiene que actualizar, mejorar o modificar, para que sea lo mejor posible. Creo que la ciudadanía está atenta al buen acuerdo que podamos llegar lo antes posible».
¿Qué va a pasar con la agenda legislativa?
«Hay que entender que no es prioridad para los chilenos el proceso constituyente. Es importante, hay que cerrar el ciclo con una nueva y buena Constitución, eso está claro. Pero los ciudadanos quieren que el Gobierno logre cumplir con las urgencias sociales que tienen que ver con la seguridad y el costo de la vida. Ahí es donde el Gobierno tiene que concentrar sus energías, porque la campaña ya terminó y su opción fracasó. Y seá en el Congreso donde se va a delinear la hoja de ruta para el nuevo proceso. El Gobierno debe también atender esas urgencias y dejar que las instituciones funcionen».