Ubicada en el extremo norte del Valle Central de nuestra región y amurallada al oeste por la formidable Cordillera de la Costa y al este por el área urbana de Curicó, la comuna de Rauco no aparece en el itinerario de las rutas preferidas por la inmensa mayoría de ustedes, amigos(as) y amantes de nuestra región, su cultura identitaria y los deportes con sello sustentable. No nos sorprende, en absoluto, dado que esto mismo le sucede a otras comunas que con un marcado sello rural han sido herméticamente silenciadas por la oferta de la industria turística nacional, que releva selectivamente sólo algunos hitos de nuestra región, como por ejemplo el Radal, el río Achibueno, o las costas de Iloca y Constitución. Así ¿cuándo se desarrollará nuestra región si la mayoría de sus habitantes desconocen los innumerables encantos silenciosos que posee? Intentando ser un aporte en ello, la agrupación Cicloturismo Chile Profundo emprendió el desafío de relevar los atractivos del patrimonio de la comuna de Rauco, ya que cada territorio de la región es digno de ser apreciado y disfrutado sobre todo en bicicleta.
Rauco es una comuna con un atractivo patrimonio natural, inmaterial y tangible que te invitamos a visitar en cualquier época del año, al recorrer la Plaza de Armas de Rauco y el puente de cimbra que se ubica en sus alrededores, el emblemático tranque ubicado en el sector de La Palmilla y la ruta al embalse Convento Viejo (Chépica), pedaleando por “Los Alisos” hacia la vecina comuna de Teno en una emblemática y sosegada ruta birregional. Emplearemos la bicicleta para disfrutar de nuestro patrimonio y a través del ejercicio físico, dejaremos atrás lo cotidiano y nuestros problemas.
Si ya cuentas con experiencia en recorridos en bicicleta en mediana y larga distancia sabrás que el tamaño de una comuna inmediatamente indicará la duración probable de las rutas a realizar en ella. Así, sabiendo que Rauco es una de las comunas más pequeñas de la Provincia de Curicó (posee una superficie de 309 km²), decidimos enlazar un territorio a otro, basándonos en la cartografía que Chile tuvo antes de la regionalización de 1980, recorriendo toda un área que hoy cercenada e incorrectamente dispuesta, recibió en el pasado post colonial el nombre de “Colchagua”, denominación que aún sobrevive en la provincia dispuesta más al sur en la vecina región de O´Higgins. Etimológicamente la toponimia nos retrotrae al pasado picunche, en donde el lugar recibe su nombre por el agua abundante y los renacuajos presentes en ella (kochau: renacuajo, y we: agua). Y será el agua precisamente el inicio y fin de nuestra ruta, que comenzando simbólicamente en la Plaza de Rauco, enfilará luego al ícono comunal “Tranque La Palmilla”, alcanzando finalmente el embalse “Convento Viejo” en el cierre de una ruta predominantemente rural, cuya «tierra de agua gredosa» presenta las más atractivas características para la práctica de ciclismo recreativo.
“Google Earth” nos plantea una conveniente ruta que, al este de Curicó, se dirige al destino aquí planteado, informándonos que muchos ciclistas la utilizan para ir a Hualañé, la costa (Licantén) o los lagos (Vichuquén). En internet nos recomiendan la ciclovía entre Curicó y Rauco, pero ésta resulta ser pequeña y considerando el alto flujo de vehículos ello complica un poco nuestro desplazamiento en bicicleta. De “La Vinilla” a Rauco el camino es de tierra y piedras, en no muy buenas condiciones, pero muy grato por la adrenalina de las pendientes y/o la contemplación del paisaje rural de la comuna. Y de Rauco al tranque “La Palmilla” el camino es casi completamente llano y no requiere mayores esfuerzos, excepto la parte que no está pavimentada. Para disfrutar de todo esto, la distancia entre Talca y Rauco es de 77 km, mientras que entre Santiago y Rauco el trayecto a recorrer será de 220 km.
Tal como ocurre en Talca, el peso histórico y urbano de la ciudad ensombrecen los atractivos que presentan sus comunas aledañas (Maule por ejemplo). En este caso en particular, el boom que en las últimas décadas ha distinguido a Curicó termina por eclipsar lo que ocurre en la próxima comuna de Rauco, cuyas cualidades patrimoniales quedan expuestas en un segundo plano frente al emergente gigante curicano. Por ello, antes de realizar este viaje nos propusimos conocer en detalle todo lo que la comuna ofrecía a través de las redes sociales, pero al visitarla y conocerla en persona nos quedamos asombrados con todo lo que ofrece al visitante. El camino que une a Curicó con Rauco (9 km) cuenta con una ciclovía que, de ser tenida en mejores condiciones por ambos municipios, ofrecería atractivas características para la práctica de ciclismo, tanto para iniciados como para expertos, más aun considerando que esta ruta se proyecta a la costa o a la zona lacustre, al oeste de Curicó y Rauco.
KAYAK, SUP Y PEDALEO EN TRANQUE LA PALMILLA
Rauco posee las características intrínsecas del Chile profundo: un patrimonio natural inconmensurable y característico al de la zona central, un patrimonio inmaterial asociado a lo anterior y que se vivifica todo el año y no solo cada 18 de septiembre y un patrimonio tangible que ha significado una lenta reconstrucción post-terremoto (27-F), el que se ha ejecutado con materialidad, elementos y formas ajenas al carácter patrimonial que debió haber primado. El tranque “La Palmilla” se encuentra en dirección noroeste respecto de la plaza de Rauco. Su acceso nos demandará un esfuerzo físico y técnico muy reducido; considerando además el poco tiempo que nos tomará llegar al lugar. Debemos sí tener en cuenta que el tranque no cuenta con zona de camping, ni lugares para merienda. El tranque tiene acceso público, pese a que es de propiedad privada (Viña Concha y Toro) y su presencia ofrece una solución parcial a los grandes problemas de sequía que se han presentado en las últimas dos décadas, permitiendo el desarrollo de nuevas áreas de cultivo en la comuna de Rauco.
La primera parte de la ruta se realiza en asfalto, mientras que la segunda por caminos de tierra en buenas condiciones. Al comienzo transitaremos por el sector conocido como “El Llano” y cerca de allí encontraremos comidas tradicionales como el asado de cordero y cabritos, cazuela de pava, empanadas y tortillas al rescoldo (frente a la escuela). Luego nos encontramos con bodegas vitivinícolas, en medio de flora y fauna nativa.
Al llegar al tranque en primavera comprendimos por qué señalan de él un paraíso para los amantes de la naturaleza, en general, y del excursionismo en particular. Para el registro fotográfico y la contemplación del paisaje el lugar es extraordinario. Una cámara de acción bien ajustada al casco y/o una cámara réflex (o digital) nos permitirán compartir la belleza del lugar con nuestros familiares y amigos. Recomendamos además revisar la batería y la memoria de los mismos, ya que en nuestro viaje realizado en Fiestas Patrias, ambos ítems casi se nos agotan debido a todo lo que el viaje a la comuna de Rauco nos regaló.
Transmitir a la comunidad mediante la fotografía el patrimonio natural, inmaterial y tangible situado en toda la región del Maule captado en nuestros recorridos en bicicleta, como un aporte para el desarrollo de la identidad de las personas y de la sociedad en este territorio ha sido la consigna que nos ha impulsado a apreciar paisajes como éste, el tranque “La Palmilla” en Rauco. Hemos recorrido a ritmo contemplativo y en grupo la comuna de Rauco en bicicleta. Las edades de quienes han participado en ruta varían entre los 18 y los 65 años.
Al realizar una ruta patrimonial semanal abierta y participativa junto a la ciudadanía que desee unirse, “Cicloturismo Chile Profundo” les invita a vivenciar y apropiarse de los tesoros maulinos. Desde el tranque La Palmilla (Rauco) por entre los cerros y realizando unos 8 km. más de pedaleo en ascenso, se encuentra el segundo tranque, más pequeño pero muy atractivo en lo que a la ruta, sus miradores y el tranque más alto se refiere.
Aunque llevamos casi diez años recorriendo el Maule en bicicleta, existen cientos de localidades rurales en nuestra región que nos están esperando para relevarlas como merecen. Así hemos podido ir muchas veces a disfrutar del Tranque La Palmilla y desbloquear los caminos conducentes a un tranque que, ubicado en lo alto de los cerros de la Cordillera de la Costa, alimenta con agua a su gemelo ubicado cerro abajo. Tras apreciar los paisajes que desconocíamos desde fantásticos miradores, descendimos raudos en nuestras bicicletas hacia Comalle y desde allí hemos pedaleado a la Alameda de Curicó, ciudad desde la cual regresaríamos a Talca, tras vivir una experiencia tan gratificante.
REGATA TRANQUE LA PALMILLA
Recientemente se llevó a cabo en el tranque La Palmilla una regata, en su segunda versión, reuniendo a una centena de participantes que disfrutaron recreativamente en una fiesta no común en nuestra cultura deportiva regional. Organizada por RC Servicios, esta iniciativa no tuvo fines de lucro, llevándose a cabo gracias a las diferentes colaboraciones que empresas provinciales brindaron a sus organizadores, destacando a la viña Concha y Toro entidad responsable del tranque en cuestión. En su calidad de vocero de esta actividad, Reinaldo Cabrera manifestó que la actividad “nació de la inquietud de acercar a la gente de Rauco y alrededores, en especial a los niños que no cuentan sus padres con los recursos económicos para adquirir un kayak o bote, la posibilidad de navegar el tranque gratis. Algo tan fácil y cotidiano para algunas personas y tan inalcanzable e impensado para otras”. Kayakistas de Curicó, Rauco, Romeral, Teno, Hualañé, Licantén y Talca se dieron cita en esta actividad que resultó ser altamente significativa según quienes participaron en ella, sumándose de manera no competitiva los Stand Up Paddle (SUP) en los que navegamos relajadamente por todo el tranque. Reinaldo Cabrera agregó que su anhelo es “formar una gran familia trabajando para cuidar estos lugares y fomentar el deporte al aire libre, en contacto con la naturaleza y la vida sana, esperando que en ella participen niños y adolescentes en un hermoso día de esparcimiento y sana convivencia”.
PEDALEO A QUILPOCO Y LA VINILLA
Esta ruta se desarrolla al suroeste de la ciudad de Rauco, y si quisiéramos hacer más largo el viaje, éste nos conectaría con Hualañé, la costa (Licantén) o los lagos (Vichuquén). En nuestro caso nos dirigimos hasta “La Vinilla” por la ruta asfaltada, mientras que el retorno a Rauco lo realizamos siguiendo un camino de tierra que está a los pies de las formaciones rocosas de la Cordillera de la Costa. Esta ruta es muy emocionante por los atractivos del paisaje patrimonial que posee al comienzo. Pensábamos en el ramal ferroviario que tenemos funcionando en Talca, imaginando las posibles semejanzas o diferencias con el que aquí existió y del cual se conservan algunos vestigios como parte de la “Estación de Quilpoco.” En la segunda parte de esta ruta, el vértigo que tienen los ascensos y descensos en la misma nos encantaron, pero lo que más nos sorprendió fue lo acogedora que es la gente que nos encontramos en medio de los campos que recorríamos sobre nuestras bicicletas en Rauco, nos atendieron muy cortésmente, la gente se interesaba con curiosidad al vernos y se acercaba a preguntarnos qué hacíamos allí. Al explicarles nuestros motivos nos daban su apoyo para poder llevar a cabo de manera efectiva este proyecto que emprendíamos.
Creo que una de las mayores enseñanzas de este viaje es el aprender a vivir como personas tolerantes en nuestras vidas, a entregar una sonrisa en la calle, un saludo a quien lo desee. También nos enseña el sentido de perseverancia y esfuerzo, porque a pesar del sacrificio que significa la agricultura, no vimos en las personas una falta de amor por su tierra y sus animales; al contrario, las personas que habitan en ella son gente de gran calidad humana y están siempre dispuestos a prestar un servicio a quien lo solicite.
PEDALEO A LOS ALISOS
El agua ha sido, es y será un patrimonio natural que resulta fundamental para la vida en general y para el ser humano en particular. Gracias a una bicicleta hemos podido realizar rutas en toda la región del Maule, encontrándonos en zonas en donde el agua es esencial para las labores silvoagropuecuarias que en ella se realizan. Hasta Los Alisos hemos llegado en bicicleta desde Rauco.
Rutas como “Los Alisos” reciben muy débiles menciones en lo que se refiere a su patrimonio y lo que este valor podría aportar para el desarrollo local en el presente y el futuro. No ha sido la institucionalidad asociada al turismo en Chile quien ha relevado a estos territorios maulinos al lugar que merecen. Menos aún la débil gestión patrimonial que desde el Gobierno de Chile se realiza en dichas materias. Y los logros que el ámbito académico ha propiciado en las últimas décadas en lo referido a patrimonio han beneficiado más a sus propios autores(as) e Instituciones, que al territorio al que se refieren sus publicaciones.
Tímidamente los gobiernos locales han respondido a estas necesidades, siendo casi siempre las propias comunidades las que, sin contar con el respaldo que deberían tener, han dado vida a la difusión y conservación del patrimonio presente en sus comunas. En las rutas de Interés patrimonial en bicicleta que hemos realizado desde el 2015, nos hemos encontrado con esta realidad que relevamos con nuestros textos y fotografías. Relevar el patrimonio tras una pandemia es una invitación a quebrantar el “pacto epistemológico”, pues los únicos conocimientos valiosos en esta materia no provienen tan solo de la Institucionalidad, la academia o la museografía. Ello necesariamente nos lleva a generar un cambio en el que extendamos el conocimiento atesorado a las nuevas generaciones, visibilizando didáctica y atractivamente nuestro patrimonio, su importancia y relevancia.
Si bien es cierto que en las áreas rurales se presenta una gran diversidad de actividades y configuraciones, además de una compleja red de articulaciones entre los distintos sectores económicos, así como diferentes grados de vinculación con los centros urbanos, la ruta de Los Alisos al tratarse de un área identitaria en lo que se refiere a las actividades agrícolas, en donde se destaca la plantación de unos de los frutos más preciados, por su calidad, como es el cerezo, es preciso señalar que algunas personas y organizaciones comunitarias dan por hecho que este patrimonio siempre va a existir, pero amenazas naturales y sobre todo las provocadas por el ser humano pueden hacer que estos lugares de un momento a otro desaparezcan para siempre, llevándose consigo todo su testimonio natural, social, cultural o histórico.
Toda la ruta que hemos realizado se encuentra inserta en un sector rural, cuyo rubro laboral es mayoritariamente de temporada. En el Maule, muchas zonas rurales como ésta han dejado de estar aisladas y los habitantes rurales tienen una relación casi cotidiana con los centros urbanos más próximos como Rauco, Teno o Curicó. Viviendo en un tipo de espacio, muchas personas en Los Alisos utilizan su bicicleta para desplazarse a sus trabajos, cuestión que haría necesaria la existencia de una ciclovía que facilite lo anterior y asegure a sus usuarios un desplazamiento más seguro entre su casa y su trabajo.
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