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REPORTAJE: Crisis vial en cruce Colín o donde los bocinazos no son la solución

Los tacos en este conflictivo cruce de la comuna de Maule, donde se unen rutas que van y vienen desde la carretera y numerosas villas aledañas, son una historia antigua, lamentablemente, pero reflotó ahora tras la reanudación de las clases presenciales, tras dos años que los niños no tenían que salir todos los días a sus colegios (texto Hernán Espinoza/fotografía Luis Casanova)

El conflictivo cruce vial de la Avenida Colín, en Maule es un verdadero nudo que día a día le saca “canas verdes” a todos los automovilistas”.

“Estoy muy molesto, porque esto es de todos los días. Antes no se notaba mucho, porque los niños no iban al colegio y no había tanto taco, Pero ahora colapsó completamente. Y lo peor es que tuvieron todos estos años de la pandemia para buscar una solución y nadie hizo nada. Ojalá que lo arreglen pronto, porque a cada rato hay peligro de accidentes”.

Las palabras son de Jorge, uno de los miles de automovilistas que todos los días debe pasar por el conflictivo cruce vial que existe en la comuna de Maule, donde confluye la Avenida Colín y se transforma en una ruta que va hacia la carretera, pero también se divide en otras vías que van hacia distintos sectores rurales y urbanos. Y, además, el lugar está rodeado de numerosas villas cuyos habitantes tienen a esta avenida estructural como la única posibilidad para viajar hacia Talca.

Los más afortunados pueden hacerle el quite a este cruce y se aventuran todos los días por otras calles aledañas. Pero la mayoría no tiene esta suerte y debe esperar largos minutos para entrar al cruce, muchas veces, haciendo peligrosas maniobras o incluso avanzando contra el tránsito. Lo que sea para llegar a destino a la hora, pero con un alto costo psicológico, porque obviamente que partir el día con esta conflictividad tiene consecuencias y quienes la sufren son los compañeros de trabajo o la familia.

La solución de largo plazo pasa por una intervención global que, a la vez, requiere un cambio en el comportamiento de los ciudadanos, porque si no habrá más autos que personas y calles.

¿CUÁLES ES EL ORIGEN?

Aunque sea un ejercicio relativamente estéril, porque aquí lo que importan son las soluciones, especialmente, de largo plazo, igualmente es relevante aventurar teorías de cómo se llego a esta situación. Los que saben de temáticas de vialidad y movilidad, apuntan sus dardos a la falta de regulación que por largos años tuvo la comuna de Maule, donde las empresas constructoras levantaban sus proyectos y eran aprobados sin una visión integral o un plan de gestión vial.

Y claro, porque la comuna de Maule tiene plan regulador recién desde el 2019 en adelante, esto es, cuando gran parte -por no decir la totalidad- de las villas aledañas a este cruce, ya estaban construidas, con la consiguiente sobrecarga de vehículos en las vías, de por sí muy estrechas y que conducían a un solo lugar, esto es, a la Avenida Colín, vía que se remodeló hace pocos años justamente para absorber un alto flujo.

Nadie duda que esta vía tiene capacidad para ello, con tres pistas por lado y un afinado diseño, complementado con una conexión de alta velocidad para la Circunvalación Norte y, desde allí, hacia la ruta 5 Sur. Es decir, la vía estructural puede soportar la carga vial, pero el problema en este cruce es, justamente, cómo ordenar el acceso vehicular.

Todo esto porque, en definitiva, el trasfondo de este fenómeno es el proceso de conurbación urbana entre Talca y Maule, precisamente, en torno a la Avenida Colín. En la actualidad, el sector denominado “Maule Norte” de la comuna de Maule es uno de los que presenta la mayor densidad poblacional y, además, sigue en expansión, esta vez, en dirección hacia la carretera. Y con la habilitación del denominado camino Los Patos, se instalarán más y más villas, cuyos habitantes querrán llegar velozmente a sus trabajos y los colegios de sus hijos en Talca.

¿Pero quien se compra una casa sin detenerse por un minuto a mirar si la vialidad urbana es óptima para los movimientos que deberá realizar día a día? ¿Las empresas constructoras exponen los planes reguladores a sus clientes para que se informen de cuántas villas se seguirán construyendo en torno a sus propiedades’ ¿Alguien pregunta si hay colegios cerca, comisarías, centros de salud o supermercados?

La verdad es que casi nadie hace ese ejercicio. La realidad es que muy pocos tienen la suerte de vivir cerca de sus trabajos y de, por ejemplo, movilizarse en bicicleta o en patín eléctrico. Esa es la excepción, porque la realidad es que los cascos históricos de las ciudades están cada vez más deshabitados y que la ciudad le va quitando terreno a la agricultura, separando cada vez más a la gente de los lugares donde trabaja o sus hijos estudian, en colegios o universidades.

¿POR DÓNDE VA LA SOLUCIÓN?

Lamentablemente lo que ocurre en Maule no tiene una sola solución, sino que debe ser afrontado desde distintas perspectivas, según los expertos consultados por Diario Talca. Una solución estructural es un proyecto cuyo diseño está en manos del MOP, consistente en soterrar la Avenida Colín con tres pistas por lado, para facilitar el transito desde y hacia Talca. Ese proyecto contempla alternativas viales para los automovilistas que ingresan al cruce, tanto desde las villas aledañas a este conflictivo cruce vial, la Avenida Duao y Maule.

A esto se suman semáforos inteligentes conectados con la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) en Talca, donde se pueden ordenar los tiempos de las luces rojas y verdes, según la magnitud del flujo vehicular, todo en línea a través de cámaras. Y, finalmente, el proyecto contempla también salidas viales y conexiones para villas cuyos habitantes están literalmente encerrados. Todo esto, según versiones extraoficiales, costaría aproximadamente 18 mil millones de pesos. Pero con el reajuste actual en el costo de los materiales y mano de obra, la cifra aumentaría a 25 mil millones de pesos.

Sin embargo, esta solución no puede ser aislada de una labor más silenciosa y que es de largo plazo, como es la educación vial y la consciencia de las personas de que debe aportar a bajar del automóvil, privilegiando otras modalidades de transporte, como es la locomoción colectiva. A esto se suma la regulación que debe llevar a cabo la autoridad comunal y regional en materia de vivienda, asegurando que cualquier otro proyecto habitacional debe contar con alternativas viales que sean coherentes con la intervención global del cruce.

¿Y de qué le sirve esto al conductor que día a día sale de su casa y debe afronta este cruce? La verdad es que le sirve de poco, por lo cual, también se requieren medidas más coyunturales, como lo plantea el propio alcalde de Maule, Luis Vásquez. ¿Es posible una conjunción de estrellas que permita adoptar acciones de corto plazo y otras estructurales, como es empujar y financiar el proyecto global del MOP?

Esa respuesta la tienen las autoridades nuevas y las actuales, pero también la comunidad que debe hacer valer esta demanda al momento de ejercer su poder con el voto. Las personas son las llamadas a fiscalizar, pero también a poner de su parte, porque la solución de fondo necesariamente debe ir conectada con un cambio de actitud de la comunidad. En caso contrario, cuando la intervención global sea una realidad, habrá tantos vehículos en las calles que el taco será eterno.

HABLA ALCALDE DE MAULE

¿Cómo financiar este proyecto del MOP? ¿Existe la posibilidad de promover un convenio de programación entre el Gobierno Regional y el MOP?

“Entiendo que hay un proyecto, pero que se va a demorar cinco o siete años. Y en realidad son dos, porque también tienen que hacer el puente de la 14 Poniente en Puertas del Sur y Don Pablo. Entonces, no hay ninguna solución por ese lado”.

¿Y por dónde va la solución?

“Hay que buscar otra solución. Esto asunto de Vialidad, del MOP. Son ellos los que tienen que buscar una solución, porque la verdad es que, a uno, como alcalde, no lo toman ni en cuenta. Uno a veces puede opinar y plantea ideas, pero no nos hacen caso. Esto es igual que cuando una casa se gotea y es muy caro comprar un techo nuevo, entonces, hay que parchar, peor hacerlo bien. Esto es lo mismo”.

¿Eso en qué se traduce?

“Una de las soluciones, por ejemplo, es buscar abrir un callejón que cruza por el costado y que sería una alternativa. Hace mucho tiempo que le pedí a Vialidad que lo asfaltara, al costado de unas canchas de fútbol, para que por allí cruzaran los vehículos que vienen de Maule y van hacia la carretera, entrando por las villas hacia el interior para Talca, por la Avenida Duao. Los únicos que nos pueden ayudar ahora son los carabineros. No hay nadie más que nos pueda colaborar. Ellos son los únicos que nos pueden colaborar en el día a día para reorientar el tránsito”.

¿Usted ha conversado con Vialidad del MOP?

“Yo la otra vez les propuse a estos compadres, porque se creen los capos los que saben y, muchas veces, se ríen de las ideas que uno plantea. Pero ahora cuando estamos con la crisis, hay que aplicar esas soluciones. En la 14 Poniente, donde van a hacer un puente que va a salir en cinco o más años, en que liciten y se ejecute, por ahora se pueden conseguir un puente mecano del Ejército. Eso se instala en un día. Porque hoy tenemos que darle solución a la gente. Pero nadie nos toma en cuenta. Yo soy un simple alcalde y no puedo hacer mucho”.

¿Y cómo cambiar eso?

“Por eso mismo queremos tener una nueva Constitución, para que los alcaldes tengamos más autoridad y las platas nos lleguen directo, sin más burocracia. Y nosotros conocemos los problemas en nuestra comuna. Qué sabe un compadre que vive en Santiago que ni siquiera conoce la comuna”.

¿Qué medidas se pueden adoptar desde el municipio?

“Quiero reunirme con la Gobernadora y el Delegado, después que entre el nuevo Gobierno, para ir juntos a conversar con el alto mando de Carabineros, para pedirles que se instale un patrullaje especial durante las mañanas y las tardes, para reorientar el tránsito. Porque esto es de todos los días. Con unos ocho carabineros podemos habilitar una solución”.

¿Y qué debería hacer el MOP?

“Vialidad tiene que colocar un inspector fiscal para que de el visto bueno para transformar la calle Río Claro que viene de la Don Pablo. Y esa calle viene con semáforos. Y eso se está tramitando desde septiembre, porque lo tiene que hacer una constructora. Está bien adelantado, pero falta el visto bueno de Vialidad. Ellos tiene que firmar un documento para que se ejecute esa obra. Uno no puede hacer más, pero nos gustaría que nos escuchen, porque esto es una locura para todos los que pasan por ese lugar. La gente se llega a enfermar cuando pasa por allí”.

¿Por qué Maule tiene plan regulador recién desde el 2019?

“Efectivamente. Yo cuando recibí la comuna no había nada, con puros problemas. He conversado con quien sea necesario para buscar las soluciones. Aquí lo único que se necesita es voluntad. Con el nuevo Gobierno ya está conversado que vamos a ir a hablar con el nuevo ministro del MOP, para que le ponga rapidez al proyecto de soterrar la avenida principal. Porque aquí el problema es de recursos, ya que son miles de millones de pesos. Si esto no es solo de ahora, porque hace años que están en estudio y no hay nada concreto. Y si tengo que hablar con el nuevo Presidente lo voy a hacer”.

¿Y que pasaba con el gobierno anterior?

“Yo soy de izquierda y voy a hacer todo lo posible para que me puedan escuchar, porque nadie nos ayuda en este asunto. El gobierno que ya sea fue, usted iba a conversar con ellos, pero ni lo pescan. Esa es la verdad”.

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