Entre las principales consecuencias de la pandemia, es conocido que hubo problemas para dar continuidad a los juicios orales. ¿Cuál es la visión de la Defensoría?
“Fue un temazo. Se produjo toda una polémica respecto a si se podían hacer juicios orales telemáticos y si cumplían con los estándares telemáticos de la reforma procesal penal o había que paralizar todo. Nosotros, aplicando criterios de realidad, dijimos que se podían hacer los juicios que los imputados accedieran a que fueran de esa manera, con ciertas garantías mínimas, esto es, que al menos un juez estuviera presente, al igual que los testigos y peritos. Además, que el defensor estuviera acompañando al imputado. En los cuatro tribunales orales de la región, durante el 2020, se realizaron 390 juicios. Eso de ninguna manera habla de que la Defensoría trancó la pelota, como muchos opinaron sin fundamento. Nosotros entregamos las bases para que pudiéramos rebajar cierto grado de garantías, para darle continuidad a los juicios orales. En algunas ocasiones nos fue bien y lo pudimos hacer, pero con juicios más complejos no se pudieron realizar”.
¿Cuál es el criterio para decir que sí o no?
“Nosotros sostenemos que, primero, tiene que estar de acuerdo el imputado, que es el principal interesado en los juicios y es quien va a sufrir una eventual condena, en una audiencia que no cumple con ninguna característica de las que indica el Código Procesal Penal. Ahora bien, si el imputado está de acuerdo, igual existen garantías que deben cumplirse, como es que a los testigos no les estén sopando por la cámara, lo cual ocurrió, no estoy hablando de cosas que no hayan pasado. O que estén todos juntos conversando respecto a lo que van a declarar y releyendo el parte policial, como también pasó. Entonces, nosotros no entregamos todas esas garantías así de buenas a primeras, sino que dijimos que esto hay que conversarlo. Y ¿con quién? Con los jueces, fiscales y nosotros, para continuar con el avance de la justicia en pandemia”.
¿Cuál fue el resultado?
“Lo logramos muchas veces y en otras no, pero ya vamos a retomar los juicios presenciales. En Curicó no pararon de hacerlo y nosotros hubiéramos esperado un criterio uniforme al respecto, porque ninguno de los cuatro tribunales orales de la región trabajó de la misma manera. Uno quiera las mismas reglas del juego, pero no se logró. Ahora bien, en una situación de emergencia es probable que así pase, pero nosotros estuvimos siempre disponibles para una mejor decisión”.
¿Y qué ocurre con las consecuencias? ¿Es correcto que en el Tribunal Oral del Talca se están agendando juicios para un año más?
“Sí. Nosotros hemos coincidido con las autoridades de la Corte de Apelaciones de Talca en cuanto a que históricamente la dotación del Tribunal Oral en lo Penal de Talca está infravalorada. En comparación a ciudades con menos población, nosotros tenemos 7 jueces y en otros lados tienen 9. Allí hay que reparar un error, muy pronto. Y a eso se le debe sumar la situación de pandemia. Por estos motivos, ahora se están agendando juicios orales para un año más. Nosotros estamos preocupados por esa situación, pero también entendemos que hay una realidad que nos impacta. La primera es la pandemia y, luego, viene la dotación histórica de ese tribunal que se debe solucionar de alguna manera”.
¿Se ha conversado este asunto entre los líderes de la reforma procesal penal en las instancias de coordinación?
“Lo discutimos y nosotros generamos una instancia de conversación para lograr un mayor número de juicios orales, donde nos fue bien en algunas cosas y en otras no tanto. Junto al Ministerio de Justicia y la Corte de Apelaciones de Talca, estamos en un bloque común para que, ojalá prontamente, las autoridades tomen ene cuenta la infradotación que este tribunal históricamente ha tenido”.
Pero jueces no faltan porque, durante los retiros del 10% de las AFP, se redestinaron jueces orales para los tribunales de familia. ¿No cree que eso se puede hacer al revés también?
“Sí claro y la Corte de Apelaciones de Talca ha sido activa en comisionar jueces para el Tribunal Oral de Talca, pero lo concreto es que nuestra dotación por ley es de 7 jueces y eso permite integrar dos salas. Y lo que necesitamos son 9 jueces para 3 salas como mínimo. Lo ideal serían 12 jueces para 4 salas. Pero nada de eso está. Y no podemos vivir siempre de medidas extraordinarias. Y la pandemia tampoco ayudó porque había juicios gigantescos no se pudieron realizar, porque ni siquiera los fiscales estaban de acuerdo con la modalidad telemática”.