¿Qué ocurrió?
Hortalizas de hoja como diversos tipos de lechuga, rúcula, kale y otras especies asiáticas que se están introduciendo en el país, son algunas de las especies que se comenzarán a producir desde el próximo año en la Universidad de Talca, a través de una innovadora iniciativa que pretende implementar estos cultivos en hidroponía, en ambientes controlados y con un costo de producción bajo. La iniciativa, entre otros, ofrece una alternativa para el cultivo en sectores aledaños a las grandes ciudades.
¿Cuál es el proyecto?
El proyecto se denomina “Desarrollo e implementación de un módulo de agricultura vertical, a través del testeo e integración tecnológica de bajo costo para una producción hortícola continua” y será financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) 2021 del Gobierno Regional del Maule.
¿En qué consiste la iniciativa?
La idea es implementar al interior de contenedores marítimos reutilizados, espacios para cultivos de hortalizas en estanterías, empleando para su mantención un mínimo de agua y luz artificial a través de LED de baja intensidad lumínica, permitiendo mantener una producción continua de cultivos hidropónicos.
¿Qué dijeron desde la casa de estudios?
“Esperamos producir hortalizas durante todo el año; esta es una de las limitantes que existe actualmente. Como trabajamos en ambientes controlados no estamos afectos a inclemencias climáticas, siendo una de las ventajas que tiene este tipo de agricultura”, precisó la directora de la iniciativa y académica de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UTalca, Gilda Carrasco.
¿Por qué el proyecto es más sustentable?
“El proyecto permite la producción de hortalizas de forma sustentable, considerando que hay un uso muy reducido de agua, sin pérdida de este elemento, alcanzando un 95% de eficiencia en el uso del agua, gracias al empleo de técnicas hidropónicas”, indicó la académica, quien es especialista en esta temática.
Junto con esto, se considera la reutilización de materiales, desde los contenedores hasta los sistemas de aislación que tendrán los espacios, a lo que se sumarán dispositivos de control automático de bajo costo, para que todo el proceso productivo aporte a la sustentabilidad.
Otro beneficio en materia medioambiental es la posibilidad de disminuir la huella de carbono de los traslados de hortalizas, considerando que en el mundo la agricultura vertical se desarrolla cerca de las grandes urbes. “Si se crea un sistema como éste en la ciudad, les permite a las personas tener una producción de hortalizas frescas cercana, lo que significa una disminución en los largos traslados de los productos, disminuyendo así la huella de carbono”, comentó la investigadora.
¿Quiénes se podrían beneficiar?
Los módulos pilotos que pueden ser escalables y reproducibles, se transforman en una alternativa de bajo costo tanto para los productores del agro, profesionales y técnicos del área, pero también para otras organizaciones de diversos ámbitos, como comunitarias y establecimientos educacionales, entre otros. El sistema se ubicará en el campus Talca de la institución maulina y estará abierto a toda la comunidad para visitas, además del desarrollo de capacitaciones a organizaciones interesadas.