Resultados del primer intento de Constitución: Reprobado. Pongamos en perspectiva esto. Ricardo Lagos sostuvo que la votación representaba un juicio político respecto de la izquierda y del gobierno. Otros analistas lo dijeron de otra forma: el voto fue relacional. Desde esta idea podemos confirmar que la Democracia se consume emocionalmente: El voto democrático si bien tiene convicciones RACIONALES, se precede por la EMOCIÓN, en cuanto a cómo me hace sentir tal o cual idea. Es una de las tesis que proviene de la Filosofía Feminista de la Diferencia, al atender la noción de un origen, pues un sujeto antes de pensar estuvo a resguardo en un vientre materno; las convicciones tienen bases viscerales. Piénsese usted todo lo que ha sentido desde el domingo pasado hasta hoy. Bueno la serie, como le dicen los jóvenes, al parecer estaba tan buena que la alargaron.
Bien, con este argumento podemos esclarecer algún diagnóstico (medicinal, no predictivo) y decir que ha sido una tremenda lección hacia la ACTITUD de los “apruebonaos” por parte de los “retraso” (términos con los cuales se dirigían unos a otros). A la mayoría no agradó la postura irritante de quienes sucumbieron ante el siempre peligroso trono del poder. Pero lo estamos percibiendo de una perspectiva muy micro, cambiemos el lente y ampliémosla más. Veámonos como Chile, un solo cuerpo humano. Así podríamos pensar lo siguiente:
Somos foco de atención en el mundo principalmente por cómo estamos ejerciendo nuestra Democracia. Fíjese que estamos resolviendo una Carta Constitucional, es decir que ahora continúa el proceso, pero con la experiencia ganada tendremos que crecer en TOLERANCIA. El Rechazo no fue la derecha, sino que también fue el centro y parte de la izquierda. Si lo vemos de aquella manera podemos pensar que la propuesta rechazada representaba “un ideal muy ideal” que polarizaba. Lo que a la larga puede ser dañino, además, porque cuando se inclina la balanza hacia un extremo después tiende a irse hacia el otro, según la ley del péndulo que siempre nombra mi padre. Y con una constitución muy radical no todos quedan contentos. Tenemos que ceñirnos a los resultados; hay que volver a atender las actitudes.
Conclusión de la hipótesis: Se ha pecado de arrogancia. Finalmente, la justicia social reflejada en la voluntad de la mayoría, con un aplastante 62%, no simpatizaba con la propuesta ofrecida. Nos imagino como el grupo curso de la escuela, donde quienes fueron elegidos para hacer el trabajo terminan juntándose entre ellos y se ponen sectarios. No, ahora sabemos que no era la manera. Eso no le cayó bien a la mayoría. Hay que abrir el círculo. No podemos hacer una Constitución solo con los “MATEOS” del curso. La arrogancia reflejada se notó en la pregunta que más se le repitió al comando del Apruebo: “¿Cuál es su autocrítica?”
En esta Atención de la Actitud es muy rescatable la postura de dos liderazgos: Javier Macaya, vocero de Chile Vamos y la del presidente Gabriel Boric. El vocero del Rechazo enfocó su discurso en confirmar el compromiso con el proceso constituyente, reflejando una apertura para seguir trabajando. Y el presidente demostrando su mejor habilidad, la del conversar y abrir, cambió de inmediato parte estructural de su gabinete, donde se pudiese oír un susurro fantasmal en la Moneda que vuelve a decir: “Seguimos”. Algunos piensan que, tras el resultado, el Rechazo tendrá el mallete, pero es una idea sin mucho asidero. Lo ideal sería continuar por la vía participativa tal como en la semana lo reclamaron los estudiantes secundarios. El acuerdo está pactado, una nueva Constitución vendrá.
¿La propuesta reprobada era buena? Si claro, por qué no. Era una posibilidad de las infinitas que existen a la hora de escribir una Carta Constituyente. Hay que hacer una nueva. Menos ideal, más real, menos reactiva. Sé que es una herida para la izquierda, que se pensaba ganadora, pero la Constitución es para la ciudadanía completa y se quiera o no, Rechazo tuvo razón, no estuvo hecha con amor, sino con rencor. Ganó esa postura, y el Apruebo debe superar la altanería intelectual; creo que eso es lo que deja un resultado como este. Ahora, con la experiencia ganada del proceso constituyente, hay que abrir el círculo y comenzar a trabajar entre tod@s, aunque “se caigan mal”, esa es la verdadera madurez política. No como la del P. Republicano que, a mi parecer, actitudinalmente, no están a la altura de la política actual, por lo demás.
La Democracia tiene una cualidad muy positiva, la cual me parece que es aquello por lo que se atiende geopolíticamente a la nación de Chile, y es que siempre se puede refundar, porque la Democracia no es estática, sino que es un ejercicio que se realiza, que se mueve, así como se tendrá que reescribir una nueva propuesta constitucional, menos progresiva, y a razón de los resultados, un poco más social demócrata. A los desilusionados, bienvenidos a la realidad, la política no es fútbol, no es ganar o perder, por mucho que aun así se sienta.
Franco Caballero Vásquez