A temprana edad es muy importante acercar a los niños y niñas a nuestras tradiciones y herencia cultural, no tan sólo deben conocer sino vivenciar las tradiciones, ya que la cultura de los pueblos y su patrimonio cultural deben ser difundidos para que se mantengan vigentes. La existencia y vitalidad del patrimonio dependen primordialmente de la constancia de sus cultores. Por ello, la tarea de los padres es aportar en la formación de los infantes para lograr que comprendan y aprecien las distintas manifestaciones culturales, como también las diferentes personas e instituciones y los aportes que han hecho a la sociedad según las épocas y su relevancia en la contribución al desarrollo del ser humano.
Es clave qué desde pequeños se apropien de su cultura, hacerles sentir parte de ella, que conozcan su papel como herederos y dueños de un patrimonio único y trascendente, y que además lo reconozcan como parte de su identidad.
Chile celebra variados acontecimientos culturales, y el mes de septiembre por el hecho de celebrar con mayor fervor la nacionalidad, es propicio para fomentar algunas tradiciones.
La invitación en familia es a sumarnos a los juegos y la diversión que reportan los juegos y juguetes de antaño, ellos ofrecen muchas oportunidades en conjunto con los hijos e hijas.
Recodemos algunos juegos tradicionales: saltar la cuerda, tirar la cuerda usando el cordel de ropa, jugar al luche saltando en la demarcación hecha con tiza o cinta adhesiva, al zapatito cochinito tocando cada zapato y esperando cambiarlo y salir, jugar a la escondida con sus modificaciones como usando linterna en las noches, al corre el anillo o al pillo(tiña), y el infaltable cachipún con su piedra, papel y tijera, entre muchos otros que ustedes pueden recordar.
Y antes de tirar algunos elementos a la basura, podemos pensar en cómo reutilizar y sacar provecho a lo desechable, estos recursos son infalibles para la diversión en familia, ya que son medios para experimentar sin límites, permiten la libre experimentación, desarrollar habilidades creativas e imaginativas y además si se destruyen se reemplazan evitando la frustración en los pequeños(as).
Elaboremos algunos juguetes tradicionales. Confeccionemos un emboque, utilicemos el gollete con unos 8 cms. de una botella plástica atada a un hilo y una bola de papel o un vaso de yogurt con un palo de helado. También podría ser un remolino elaborado con un palo, un alfiler y revistas, un par de zancos con dos tarros y un par de hilos atados a ambos lados, entre otros. Utilice el ingenio de la familia y visualicen las posibilidades que puedan brindar los materiales reciclados.