La ansiedad se ha convertido en una de las condiciones más frecuentes en la vida adulta, muchas veces silenciosa, pero constante.
¿Qué hacer?
Cada vez más personas exploran formas de autorregulación emocional que, aunque puedan parecer curiosas o incluso infantiles, responden a una necesidad real de contención y calma. La última moda viral entre los jóvenes y los no tanto incluye un objeto que muchos no veían desde la etapa de la lactancia: el chupete.
¿De dónde salió todo esto?
Todo comenzó en redes sociales asiáticas, donde usuarios comenzaron a compartir videos usando chupetes como una especie de herramienta para calmar.
¿Cómo evolucionó este fenómeno?
La moda no tardó en viralizarse. En plataformas como TikTok, miles de videos muestran adultos mordiéndolos mientras estudian, trabajan o simplemente se relajan.
Algunos aseguran que los ayuda a “volver a un lugar seguro”, otros dicen que son su secreto para dejar de fumar o controlar ataques de ansiedad.
Lo cierto es que esta tendencia crece, se vende y se celebra, al menos en internet. Pero, ¿qué dicen los expertos de la salud?
¿Por qué alguien usaría un chupete con 30 años?
Para muchos, el chupete funciona como un objeto de regulación emocional.
De hecho, el acto de succionar, incluso en adultos, activa reflejos orales que pueden inducir una sensación de calma, el mismo principio detrás de masticar chicle.
¿Qué planteó una especialista?
Hay que tener cuidado, porque podría convertirse en una muleta emocional, una señal de que algo más profundo necesita atención, explica la Dra. Nathaly Ángel, psiquiatra de Clínica INDISA.
¿Hay riesgos en esta práctica? sgos reales
Aunque esta tendencia pueda parecer inofensiva o incluso adorable, los expertos no tardaron en levantar la mano.
Y es que los dientes, las encías y la mandíbula no están diseñados para soportar horas de succión diaria en la adultez.
¿Cuáles son los peligros?
- Desalineación dental: la presión prolongada puede traer graves consecuencias a nivel orofacial.
- Problemas en la articulación temporomandibular o ATM.
- Interferencia respiratoria, especialmente si se mantiene el chupete durante el sueño o mientras se habla. Dormir con un objeto en la boca aumenta el riesgo de apnea o asfixia.
- Dependencia emocional: puede convertirse en una muleta psicológica en lugar de resolver la ansiedad de raíz.
“El acto de succionar genera presión constante en la mordida. Si lo haces todos los días puedes terminar con una ‘mordida abierta’, es decir los dientes superiores e inferiores dejan de encontrarse. Esto, no solo afecta lo estético, también cambia la forma en la que hablas o masticas”, puntualiza la Dra. Hernández.
¿Es solo una moda excéntrica o un síntoma de algo más?
Psicólogos coinciden en que esta tendencia puede ser reflejo de una sociedad agotada emocionalmente, que busca refugio en lo conocido, en lo simple, en lo que alguna vez funcionó.
Volver a ser niño, aunque sea por un momento, parece ser más reconfortante que enfrentar la incertidumbre adulta.
Y aunque la idea no es nueva (la “regresión emocional” se explora hace décadas en terapia), ahora viene en formato trending topic.
¿Qué puede pasar al dormir con un chupete?
“Dormir con un objeto en la boca no es recomendable. Puede interferir con la respiración, favorecer microdespertares o, en casos extremos, provocar episodios de asfixia si el objeto se rompe o se desliza hacia la garganta,” advierte la Dra. Hernández.
¿Cuáles son las alternativas más saludables?
- Ejercicios de respiración profunda.
- Pelotas antiestrés o “fidget tools”.
- Terapias de relajación o mindfulness.
- Hablar con un profesional si la ansiedad es constante. ¿Sientes que la ansiedad te supera o necesitas hablar con alguien?