Desde su segunda fundación, el 12 de mayo de 1742, la Villa San Agustín de Talca organizó tropas para defenderse de nativos belicosos y forajidos que pululaban por el territorio. De esa manera, en la Colonia existieron las Milicias del Rey, origen de los posteriores batallones y regimientos que enorgullecerían a la urbe y al país, las que posteriormente pasaron al servicio de la República, nombrándose en 1817 la oficialidad de su regimiento. Reorganizado en tiempos de don Diego Portales, el contingente talquino estuvo a punto de trasladarse al Perú, en el contexto de la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1837-1839), pero el triunfo en la Batalla de Yungay impidió su partida.
BATALLÓN CÍVICO DE TALCA
Quizás no muy conocido es el hecho que a inicios de la segunda mitad del siglo XIX, en el contexto de la Revolución de 1851, existió un Batallón Cívico de Talca que peleó valientemente al lado del general Manuel Bulnes, quien comandaba las tropas del Gobierno, contra las tropas revolucionarias del general José María de la Cruz.
Al estallar la revolución, el joven comandante talquino, don Santiago Urzúa -hijo de don Manuel Urzúa y de doña Rosario Silva- no dudó en poner al regimiento a su mando a la causa de Bulnes. Entre el cuadro de oficiales que formó estaban don Hilario San Cristóbal, don Tomás Valdés, don Exequiel Bravo y su segundo jefe, don Caupolicán de la Plaza. Con poco más de 300 plazas y sin vestuario de ninguna especie, el batallón se presentó al campamento de Chocoa el 20 de octubre de 1851 con su jefe a la cabeza. Su apoyo fue fundamental para la causa del general Manuel Bulnes, quien finalmente salió victorioso en la sangrienta Batalla de Loncomilla -inmediaciones de San Javier-, acaecida el 8 y 9 de diciembre de ese año, en los campos de la Hacienda de Reyes, de propiedad del comandante Urzúa. Está considerado el hecho de armas más cruento, considerando que las bajas superaron los dos mil muertos y mil 500 heridos. La revolución finalizó con el Tratado de Purapel -popularmente conocido como Capitulación de Santa Rosa-, firmado el 17 de diciembre entre Antonio García en nombre de Bulnes y José Alemparte en nombre de Cruz. Entre los heridos estaba Fernando Baquedano, coronel jefe del estado mayor de Cruz, traído a Talca por su hijo: el capitán Manuel Baquedano, ayudante de Bulnes.
BATALLÓN CÍVICO MOVILIZADO TALCA
Años después, al estallar la Guerra del Pacífico, el Decreto Nº 37 del 6 de marzo de 1880 creó el Batallón Cívico Movilizado Talca (basado en la unidad de Infantería de Guardias Nacionales, reorganizada el 21 de febrero de 1879). Tras copar sus plazas en el Liceo de Hombres de Talca, y realizar sus primeras maniobras militares en la Alameda, la tarde del lunes 5 de abril de 1880 recibió solemnemente su estandarte de combate (de color azul, ya que los rojos eran de los batallones de línea) en el pórtico del Templo Parroquial, obsequio de los habitantes de la urbe, enarbolándolo durante toda la guerra. La madrugada del 15 de abril de 1880 en la Estación de Ferrocarriles de Talca abordó el convoy formado por trece carros que le esperaba para partir rumbo a Quillota, desde ahí y Valparaíso y después se embarcó en el vapor “Copiapó” hasta Antofagasta.
En ese contexto, el 29 agosto de ese año fue ascendido a Regimiento, contando con dos batallones que sumaban mil 189 hombres en total, los que se reunieron en Arica para posteriormente incursionar en suelo peruano. Tras batirse heroicamente en Chorrillos, Miraflores, San Pablo y Huamachuco, el 23 de mayo de 1884 retornó a su ciudad natal, que lo recibió engalanada con arcos de triunfo, banderas y flores, decretándose su receso el 25 de abril de 1885. Su bandera y Estandarte de Combate quedaron bajo recibo en la Municipalidad de Talca. Rememora sus acciones el magnífico Monumento a la Victoria emplazado en Alameda con 1 Oriente que se yergue en la cima del Obelisco a la Legión Talquina, obra de arte de inestimable valor histórico, quizás la más valiosa de la ciudad.
REGIMIENTO CHORRILLOS
Fundado en Limache por Decreto Supremo N° 1217 del 20 de julio de 1895, en su génesis se denominó Regimiento de Artillería Nº 4, permaneciendo en esa guarnición hasta el 6 de junio de 1896, cuando se trasladó a Cauquenes. Poco después su nombre se cambió por Regimiento de Artillería Nº 3 Chorrillos, en conmemoración a la Batalla de Chorrillos, librada en el balneario homónimo el 13 de enero de 1881, en el contexto de la Guerra del Pacífico. En 1897 efectuó una campaña en El Boldo y entre 1898 a 1900 desarrolló ejercicios de tiro en Pataguas y Curanipe. En ese contexto, el 6 de junio de 1896 fue trasladado a la ciudad de Cauquenes, y en 1909 a la guarnición de Talca, cuando era su comandante el mayor Julio Navarrete Basterrica. Así, una vez en la ciudad, el Regimiento de Artillería N° 3 Chorrillos se ubicó en el cuadrante 1 y 2 Oriente entre 5 y 6 Sur.
Estando en dicha urbe efectuó períodos de terreno y ejercicios de tiro en Mariposas, Curanipe, El Boldo, El Rosal, Parral, Mulchén y Angol. En 1910 concurrió a las festividades del Centenario de la Independencia Nacional a Santiago, año en que el material de artillería de la unidad fue reemplazado por material de montaña, realizando desde 1912 y hasta 1920 períodos de campaña en Rauquén y sus alrededores. Posteriormente efectuó pruebas de tiro en El Culenar, vasta edificación situada en Villa Prat (comuna de Sagrada Familia) que colapsó tras el terremoto del 27 de febrero de 2010. Asistió a la Concentración de Monte Águila en 1922, a la de General Cruz en 1926, y a los grandes ejercicios y maniobras en Bulnes. En aquel entonces su contingente -al mando de su comandante don Ernesto Medina Parker- demostró espíritu de unidad, disciplina y gran capacidad de trabajo en cada una de ellas, lo que le valió un especial reconocimiento de las autoridades de la época, que citaron a ese regimiento de Artillería como ejemplo a emular. Tiempo después, al citado comandante Medina Parker le correspondió entregar el destacamento a su sucesor en el cargo, el teniente coronel don Luis Vergara Rodríguez.
En ese tenor, en 1928 fue sorprendido por el violento terremoto del 1 de diciembre mientras se encontraba en campaña en Mariposas (San Clemente). El megasismo echó por tierra la construcción de aquel regimiento, por lo cual en 1931 el Rotary Club de Talca gestionó ante el Supremo Gobierno su permanencia en la ciudad, recabando a la vez del Poder Ejecutivo la continuación de las obras portuarias de Constitución. No obstante, aunque su edificación colapsó completamente, desplegó una abnegada actuación en pro de la comunidad durante tres meses. Debido a lo anterior, en 1929 se planificó su ubicación fuera del límite urbano, en calle Diez Norte con Tres Oriente, cerca del camino a Lircay, donde posteriormente se erigirían las edificaciones castrenses. En el antiguo sitio de 1 Oriente con 6 Sur, en tanto, se construiría en 1941 el Liceo Industrial Superior de Talca.
Sin embargo, el territorio continuaría cimbrándose, y en 1939 otro tenebroso terremoto asoló las ciudades desde Talca a Concepción. Entonces, el Chorrillos, liderado por su comandante Antonio Tovarias Arroyo, fue en ayuda de aquellas comunidades más afectadas, llevándoles tranquilidad y orden. Y a inicios de la década del cuarenta del siglo pasado, “además de sus actividades de guarnición, prestó su cooperación a la Escuela de Artillería en el desarrollo del curso de altos estudios para jefes que se realizó en el Polígono General Bari, del Fundo Soledad” (Gustavo Opazo), destacándose por su disciplina, espíritu de equipo y capacidad de trabajo, que le valió ser reconocido por la Inspección del Arma y el Comando en Jefe del Ejército. Finalmente, fueron oficiales de ese regimiento los que iniciaron una campaña en 1949, que culminó diez años después con la inauguración de la Estatua Ecuestre de O’Higgins, que se alza en 6 Oriente con Alameda.
REGIMIENTOS DE MONTAÑA Y MOVILIZADO N°16
El 10 de enero de 1969 el Decreto Supremo Nº9 creó, mediante la fusión de los regimientos de Artillería Nº3 Chorrillos y el de Infantería Andalién, el Regimiento Reforzado de Montaña Nº 16 “Talca”. De esa manera, verdadero heredero de sus predecesores, la unidad militar destacó por su profesionalismo y disciplina, participando en innumerables maniobras militares en la cordillera maulina -también en otros lares-, así como en numerosos rescates andinos y misiones de alta complejidad, amén de otras propias de su misión y visión profesional.
Más adelante en el tiempo, el 25 de junio de 1982, el Decreto Supremo Nº291 cambió a la actual denominación de Regimiento de Infantería. Actualmente, el Regimiento Nª 16 Talca ya no es de montaña, porque de acuerdo a las políticas de modernización de las Fuerzas Armadas, integra la II División Motorizada del Ejército de Chile, cubriendo la guarnición en la Región del Maule.
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