La ingeniera Nebenka Donoso San Martín habla y trabaja rápido. Llena libretas con apuntes, atiende los mensajes en su teléfono y contesta personalmente todos los correos que llegan a su buzón. A pocos días de cumplir un año en la dirección regional de SERVIU, sabe que cada jornada que pasa es un día menos para cumplir con la meta de 16.667 viviendas que deberán estar entregadas a igual número de familias maulinas al año 2025.
¿Cuántas viviendas llevan construidas y entregadas a la fecha?
Desde que asumimos en marzo del 2022, sabíamos que estábamos frente a una emergencia y atención urgente a las familias que están en carencia habitacional. Se determinó que el déficit en la región del Maule era cercano a los 25 mil, 26 mil viviendas por construir. Ese número es bastante alto y aterrizando lo que podemos hacer como ministerio, como gobierno y con los recursos que existen, llegamos a establecer la meta regional de 16.667 viviendas. A enero del 2023, hemos entregado cerca de 27%, exactamente 4.466 unidades habitacionales, y tenemos en construcción otras 8.993 en distintos grados de avance.
¿Es un número satisfactorio para usted?
Es satisfactorio en cuanto al número de la meta, pero no completamente porque sabemos que hay muchas familias que necesitan de más ayuda y también porque hay proyectos que tenemos que poner mayor empuje para iniciar, construir, terminar, sacar recepciones y entregar. Porque lo importante es entregar viviendas construidas. Además, debemos trabajar fuertemente porque si no asignamos los subsidios durante este primer semestre, es muy difícil que logremos concretar la construcción de esas viviendas para el 2025. Por tanto, la evaluación hasta este momento ha sido positiva.
Usted practica de manera amateur el running. Como espectador, uno piensa que los primeros metros siempre son los más fáciles…
Para nada… los primeros cinco kilómetros en una carrera siempre son los más difíciles y después el resto es una mantención de esa experiencia. Al compararlo con el trabajo, ha sido gratificante pero también desafiante. Tener una meta y estar pensando todos los días en que tenemos que cumplir, tenemos que entregar subsidios, tenemos que entregar viviendas a las familias, hace que la necesidad sea correr más rápido. Creo que el equipo del SERVIU y del MINVU en la región lo han hecho de muy buena manera, haciendo realidad la instrucción del Presidente Gabriel Boric y con el apoyo constante del ministro Carlos Montes, la subsecretaria Tatiana Rojas y nuestro seremi Rodrigo Hernández.
¿Cómo se logra establecer este ritmo de construcción?
Con una muy buena coordinación con los jefes de departamento, con los encargados de unidad y el compromiso de cada funcionaria y funcionario, con quienes llevo trabajando casi 15 años. De manera externa al servicio, destaco el trabajo con la Cámara Chilena de la Construcción, Aguas Nuevo Sur, las distribuidoras eléctricas, los alcaldes, nuestra gobernadora y nuestro delegado presidencial. Todos los actores son fundamentales para lograr esta meta, ya que todos desde su lugar ayudan y apoyan al Ministerio de Vivienda en la adquisición de terrenos o en la gestión de proyectos desfinanciados.
Pero el déficit habitacional es dinámico y las poco más de 16 mil viviendas como meta al año 2025 alcanza a cubrir el 60% del déficit de 25 mil viviendas. Cada día hay más personas necesitando un lugar propio donde vivir porque la oferta habitacional es restringida.
Por eso digo que estoy conforme, pero sé que nos falta mucho más por atender y por hacer. Este año también va a ser muy fuerte en inversión, porque va a aumentar el programa habitacional en sus líneas regulares y porque nuestra oferta programática también se incrementará con llamados abiertos durante todo el año para proyectos organizados por trabajadores, por municipalidades, con iniciativas del SERVIU en viviendas para arriendo e incentivando el uso de viviendas industrializadas.
La idea es ocupar todo nuestro presupuesto y llegar a todos los rincones, sobre todo aquellas comunas donde aún nos falta gestión de suelo o proyectos habitacionales. Este año tenemos un presupuesto mayor que nos permite calificar y financiar más rápido los proyectos, sin esperar la solicitud de recursos a otra institución o a nivel central.
¿Cuál es el mensaje desde el SERVIU, desde el gobierno hacia esa persona que, teniendo subsidio en la mano, le cuesta comprar su vivienda?
Estamos llamando a personas que tengan viviendas para vender o para arrendar, que puedan acercarse al SERVIU para nosotros apoyar y concretar la transacción. Estamos trabajando fuertemente en generar más proyectos, sobre todo de integración social porque tienen un buen rendimiento: se presentan durante el año calendario, se pueden empezar a construir en el mismo año calendario y son de rápida ejecución.
Aquí tenemos una respuesta contundente al reclamo de las familias con subsidio y que nunca consiguen cupos para acceder a viviendas sin deuda en estos proyectos. Habrá un sistema electrónico de inscripción y selección que priorizará a las familias según la antigüedad del subsidio o que residan en la misma comuna donde está el proyecto, además de otros factores, para hacer más transparente el acceso a viviendas de excelente calidad.
Eso favorece a las familias que viven en la ciudad, pero ¿qué pasa en los sectores rurales, donde cuesta más construir?
Con los grupos habitacionales con subsidio rural empezamos a trabajar en un plan regional junto con MINVU. Hacemos un tratamiento uno-a-uno con la familia, citando a las entidades y generando nuevos proyectos. A través de conversaciones con las empresas, con los servicios públicos, hemos tratado de destrabar estos nudos para disminuir los tiempos de revisión. También estamos generando una vivienda-tipo industrializada, que sería mucho más rápida y factible para aquellas familias que tienen el subsidio en la mano y que no lo han podido aplicar.
Las marchas por la vivienda digna son un reflejo de la frustración de la gente, por el tiempo que pasa desde que la familia decide abrir una libreta de ahorro. ¿Cómo manejan ustedes la movilización de los comités habitacionales?
Cuando se producen estas situaciones de protesta, marchas o reclamos es porque alguien dejó de contestar el teléfono, porque alguien dejó de hacer un llamado o porque no se cumplió un compromiso. Las familias agradecen que haya una comunicación, independiente de la situación del proyecto. Ellas entienden que acceder a una vivienda es un tema complejo, que no todo es rápido como quisiéramos. Por eso, siempre debemos mantener ese contacto, leer sus comentarios en nuestras redes sociales, recibirlos, escucharlos, generar mesas de trabajo como la que tenemos con Séptima en la Calle, que ha sido muy favorable porque hemos logrado destrabar varios proyectos gracias al trabajo de las dirigentas. Ellas también apoyan nuestra gestión y generan lazos con otros organismos, favoreciendo que nuestro trabajo sea más ejecutivo.
Paralelo al Plan de Emergencia Habitacional, ustedes están realizando una intervención extremadamente compleja en el sector de Las Américas de Talca. ¿Cómo va ese proceso?
Existe una deuda histórica, una deuda de abandono en que durante mucho tiempo no se hizo nada, mucho tiempo no se avanzó. Es un proceso a largo plazo y muy complejo, porque la carencia habitacional se cruza con graves problemas sociales y de criminalidad que sobrepasan las funciones de nuestros equipos.
A pesar de eso, con las familias de Las Américas estamos avanzando decididamente en la transformación del barrio por uno con atributos completamente distintos a lo que conocemos actualmente en el sector. Esperamos terminar este año el diseño del Parque Las Américas, que contará con áreas verdes y de servicios, y también el diseño del proyecto habitacional Valles del Norte, que reemplazará lo que ahora estamos demoliendo, con 90 departamentos más grandes y mejor construidos que los actuales, pero también con áreas comunes más seguras y que serán administradas por los mismos vecinos. Y el siguiente paso será avanzar en la regeneración de Villa Las Américas 8.