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Traslado a Mercado Provisorio de Talca: entre la resignación y la esperanza

El Mercado Central cerrará sus puertas al público el 28, 29 y 30 de junio, para facilitar la mudanza de los locatarios hacia el nuevo recinto ubicado en calle 2 Norte con 5 y 6 Oriente (por Patricio Moraga con fotografías de Luis Casanova)

En el negocio de fotografías Chevere se sienten obligados a cambiarse y abrigan la esperanza de poder volver a la misma esquina del Mercado reconstruido.

Resignación. Preocupación. Ilusión. Esperanza. Son algunos de los sentimientos encontrados que cohabitan entre los locatarios del Mercado Central de Talca que se trasladaron este fin de semana hasta el Mercado Provisorio que se levantó en calle 2 norte con 5 y 6 Oriente. Y el plazo se cumple este lunes 1 de julio.

Los días 28, 29 y 30 de junio, el viejo y querido Mercado Central -cuya construcción data de 1890-, estuvo cerrado al público, para precisamente facilitar la migración de los comerciantes hasta las nuevas dependencias que ya fueron inauguradas por la autoridad comunal.

En todo caso, hay algunos que decidieron adelantar las tareas de mudanza. En el local de Bicicletas Burgos, que está en el exterior del Mercado, por calle 5 Oriente, ya están desmontando parte de la infraestructura. Un negocio de 28 años que continuará haciendo historia en el nuevo recinto.

“Estamos avanzando, moviendo ya todas las cosas, desarmando”, dice Alfredo Burgos, jefe de la tienda, quien precisa que van a disponer de algunos días para empezar a funcionar en el recinto provisorio.

Si bien el nuevo espacio es un tercio del actual local, señala que de todas maneras “estamos felices”, y con un claro dejo de optimismo frente al funcionamiento en el Mercado de la 2 Norte.

También por calle 5 Oriente se encuentra una de las sucursales de Amasandería San Pablo. Su dueño, Juan Carreño, indica que “el 28, 29 y 30 tenemos que estar afuera, desocupado” y que para operar en el nuevo recinto ya se está trabajando en ello.

Está consciente de que el local en el nuevo recinto es menos amplio que el actual y por lo mismo, adelanta que está viendo la posibilidad de sumar otro espacio en un lugar cercano que le permita seguir entregando el servicio y atención habitual a los clientes.

El local donde funciona actualmente lo tiene desde el 2010 y recuerda que para hacerse cargo de él, tuvo que incluso absorber parte de la deuda que existía. Por lo mismo, espera que una vez se reconstruya el Mercado Central, pueda volver al mismo local, al de siempre.

PESAR

Donde se respira resignación es el negocio de fotografías Chevere, ubicado en la esquina de la 1 Sur con 4 Oriente. Su dueño –Nicomedus González– prefiere no hablar y la vocería la toma su esposa Teresa Ayala.

“La decisión no depende de nosotros, en el fondo nos obligan a tomarla. No queda otra. Estamos obligados porque hay decretos que nos obligan a salir o sino, después no volvemos. No hay otra opción”, expresa, aun cuando se muestra optimista frente a la nueva experiencia.

Con más de 40 años en el mundo de la fotografía, el local Chévere espera continuar atendiendo a los talquinos y talquinas en el Mercado Provisorio.

Teresa Ayala sabe que el espacio será más reducido y por lo mismo, ya está buscando otro lugar cercano para sumar al funcionamiento del negocio de fotografía.

El tener que salir del Mercado Central no es tarea fácil. “A todos nos va a costar, porque al Mercado lo queremos, pero lo vamos a hacer para que venga la reparación ojalá lo más pronto posible”, afirma, esperanzada en poder regresar más adelante al mismo lugar, en el reconstruido el Mercado Central, el mismo que a lo largo de su historia ha sufrido incendios y terremotos, como el del 2010.

En tanto, en la Zapatería Silvia que funciona en la otra esquina -en 4 Oriente con 1 Norte- optan no referirse públicamente a este traslado “obligatorio” hacia el nuevo recinto

Y es que los locatarios no tienen otra opción. Si bien el acuerdo era mudarse al Mercado Provisorio, cuando el Mercado Central iniciara su reconstrucción, lo cierto es que las dos licitaciones efectuadas para asignar dichos trabajos, resultaron desiertas. Y en estos momentos se trabaja en la opción de aumentar el presupuesto para lograr cautivar a algún oferente a hacerse cargo de dicho proyecto.

Sin embargo, parece haber llegado el momento de empezar a usar las nuevas instalaciones. Esto haría suponer que en el Mercado Central -declarado Monumento Histórico en 1998– se podrían realizar algunas faenas de demolición.

DENTRO DEL MERCADO

Al interior del Mercado Central las sensaciones son similares.

Sonia Miranda, quien desde hace 50 años tiene un puesto de artesanía y es presidenta de la Corporación Monumento Histórico Mercado Central de Talca, con cerca de 20 socios, confía en que todo va a marchar bien en el nuevo recinto.

Eso sí le preocupa la situación de abandono en la que podría quedar el vetusto recinto, pudiendo ser vandalizado tal como ocurrió con las Escuelas Concentradas, ubicadas al frente por calle 4 Oriente. “Vamos a dejar solo el monumento, hay preocupación. Llama a la delincuencia a habilitarlo”, advierte.

Su principal inquietud radica en el destino del Cristo de Madera que está al interior de la nave central. Comenta que hablaron con el Obispado para poder gestionar el resguardo de la obra y su reubicación. “Tenemos temor que se pierda”, dice.

En el Sindicato de Comerciantes del Mercado Central, que reúne a cerca de 115 socios, también hay preocupación. Su presidenta Marcela Becerra declina hablar públicamente, pero sí lo hace la secretaria, Mariela Cáceres, quien tiene el local 43 de flores. Señala que “todo cambio lleva su riesgo, pero esperamos que las autoridades cumplan con el requisito de reconstruir nuestro Mercado que es lo que todos anhelamos y volver acá”.

Está optimista en cuanto al funcionamiento en el nuevo recinto, aún cuando manifiesta que hay una gran preocupación compartida por todos los locatarios y que pasa por la amenaza de que se puedan instalar ambulantes en las inmediaciones o al interior del Mercado.

“Estamos en el punto cero de Talca, el gran temor es que los ambulantes se instalen afuera y en pleno centro”, señala, indicando que es un tema que debe abordar el alcalde.

En todo caso, desde la Municipalidad de Talca indican brevemente que una vez terminado el proceso de mudanza, en el Mercado Central se iniciarán faenas de cierre del lugar y posterior desarme del sector que estaba siendo utilizado por los propios comerciantes, esto, como medida preventiva para resguardar el espacio.

Como sea, entre temores y promesas, y como reza el dicho popular: no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, a partir del 1 de julio, los locatarios del Mercado Central tendrán nuevo domicilio: 2 Norte con 5 y 6 Oriente, para así continuar funcionando. El resto de la historia, especialmente sobre la futura recuperación del inmueble histórico, está aún por escribirse.

Nuevo Mercado

El Mercado Provisorio tiene una superficie de 3,131 m2 y cuenta con 120 locales, entre cocinerías, rotiserías, usos múltiples, florerías, verdulerías, artesanías, fruterías, entre otros.

La obra demandó una inversión de mil 459 millones 970 mil pesos, siendo financiado casi en su totalidad con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) por parte del Gobierno Regional, y la diferencia, por cuenta de la propia municipalidad.

El recinto fue erigido en el lugar donde antes funcionaba el gimnasio municipal, el taller de mantención y construcción del municipio, y el área de archivos de la dirección de tránsito.

En el negocio de bicicletas Burgos están optimistas frente al traslado al Mercado Provisorio. Por lo mismo, están adelantando faenas de mudanza.
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