En Chile muchas de nuestras ciudades se encuentran en una situación de crisis, marcada por la falta de inversión y visión a largo plazo. Pero ¿cómo, tanto la arquitectura como el urbanismo pueden desempeñar papeles cruciales en la transformación de nuestras ciudades? Es preciso centrarnos en el desafío de la sostenibilidad urbana en el contexto del cambio climático y en la manera en que las ciudades puedan aprovechar condiciones como las riberas de ríos.
Las ciudades chilenas, al igual que muchas otras en el mundo, enfrentan una crisis caracterizada por el estancamiento y, sobre todo, carente planificación a largo plazo que asegure abordar las problemáticas existentes. La congestión del tráfico, contaminación del aire, déficit de espacios públicos y la escasez de viviendas son algunos de los problemas más comunes que afectan a las comunidades urbanas. La arquitectura y el urbanismo desempeñan papeles centrales en la revitalización de nuestras ciudades y en la creación de entornos urbanos más sostenibles.
El enfoque de la sostenibilidad en la arquitectura y el urbanismo es fundamental. Estos dos campos pueden colaborar para diseñar edificios y espacios públicos eficientes en el uso de recursos y resilientes a los desafíos necesarios para abordar el cambio climático. En el contexto chileno, esto implica la necesidad de planificar ciudades que se relacionen de mejor modo con el territorio natural, más amigables con el medio ambiente y menos dependientes de los combustibles fósiles.
Las ciudades situadas junto a ríos, presentan oportunidades únicas para la regeneración urbana y la promoción de la sostenibilidad. La colaboración entre arquitectos y urbanistas puede dar como resultado la revitalización de áreas a lo largo del río, creando espacios verdes, parques y zonas de recreación que mejoren la calidad de vida de sus habitantes. Además, la gestión sostenible de los recursos hídricos es esencial para garantizar la resiliencia de la ciudad en un contexto de cambio climático.
La transformación de nuestras ciudades no es tarea exclusiva de los arquitectos, urbanistas y los gobiernos locales. La colaboración entre diferentes actores, incluyendo la comunidad, las instituciones académicas y el sector privado, es esencial para el éxito de los proyectos de regeneración urbana y la promoción de la sostenibilidad. La participación ciudadana y la construcción de consenso son fundamentales para garantizar que las decisiones urbanas reflejen las necesidades y deseos de la comunidad.
Es urgente reflexionar sobre cómo la arquitectura y el urbanismo pueden colaborar para ser motores de cambio en nuestras ciudades, especialmente en el contexto chileno, donde la planificación y el apalancamiento de recursos en proyectos urbanos son esenciales para superar la crisis urbana. Aprovechemos la oportunidad para imaginar ciudades más sostenibles, resilientes y habitables, y trabajemos juntos para hacer que esta visión se convierta en una realidad.
La transformación de nuestras ciudades está en nuestras manos. La arquitectura y el urbanismo son las herramientas que nos permiten dar forma a un futuro mejor para todos.
Manuel del Campo Münnich
Director carrera Arquitectura
Universidad Autónoma de Chile