¿Cuál es el contexto?
Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS), después de alertar mundialmente sobre el aumento de los contagios de la viruela símica, indicó que no “estamos en presencia de un nuevo COVID”, existen varios datos sobre este virus que son importante a tener en cuenta.
¿En qué aspecto hay que poner énfasis?
La directora del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca, Erika Retamal, destacó su prolongado proceso de incubación que “puede ir desde cinco y extenderse hasta los 21 días. Debemos recordar, que este periodo comienza cuando la persona tiene contacto con un infectado y se extiende hasta que surgen los primeros síntomas. Entonces, al ser un periodo muy largo, podría estar contagiando sin saberlo”.
¿Cuál es el riesgo?
La académica de la Facultad de Ciencias de la Salud, Paulina Abaca, aclaró que este virus “puede propagarse entre las personas y, en ocasiones, a través de objetos y superficies tocadas por alguien infectado. Es una enfermedad zoonótica, es decir, de los animales pasa a los humanos y posteriormente hay transmisión de persona a persona. Es importante destacar que, a diferencia del COVID, es mucho más difícil su transmisión ya que se debe producir contacto estrecho y prolongado”.
¿Cuáles son los síntomas?
Dentro de la sintomatología de esta enfermedad, destaca la erupción mucocutánea que puede durar entre 2 y 4 semanas, fiebre, cefalea, mialgias y linfoadenopatías. “Las complicaciones pueden consistir en infecciones bacterianas graves asociadas a las lesiones cutáneas o que afecten al cerebro (encefalitis), el corazón (miocarditis) y pulmones (neumonía), así como problemas oculares”, precisó la docente de la UTalca, Paulina Abaca.
¿Cuál es el riesgo?
Con respecto a su letalidad, la epidemióloga Erika Retamal aclaró que “puede causar la muerte, especialmente en niños y en personas con problemas de inmunidad. «Todavía está en evaluación si existe mayor cantidad de muertes en comparación con el brote del 2022, puesto que se ha visto una mayor actualidad actualmente, pero puede deberse a las características del sistema sanitario en donde se han producido”.
¿Qué pasa con el tratamiento?
Consultada por el tratamiento de esta enfermedad, la docente Retamal explicó que “existen antivirales, pero no son específicos para esta viruela en particular y el tratamiento es asintomático, es decir que las personas se sientan bien, que el dolor, la picazón y la inflamación desaparezcan”
En tanto, la académica Paulina Abaca, indicó que, en el caso de que el virus de la viruela símica se esté propagando en su área o comunidad, “hable con franqueza con las personas con las que entra en contacto directo sobre cualquier síntoma que usted o ellos puedan tener”. Al mismo tiempo aconsejó evitar “el contacto directo con cualquier persona contagiada. Lávese las manos con frecuencia utilizando jabón y agua o una loción hidroalcohólica para manos”.
¿Qué aspecto se destaca?
La epidemióloga Contreras, valoró que la OMS declarara una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII), producto de la viruela símica y que, desde el Ministerio de Salud chileno, se haya emitido una alerta sanitaria “ya que le permite a los Estados ponerse en acción destinando tiempo y tomando medidas que eviten que se propague este nuevo brote. Además, permite que la industria farmacéutica invierta recursos en producir algún medicamento específico”.