
El próximo sábado 5 de abril se ejecutará un nuevo cambio de hora en Chile, poniendo fin al horario de verano y dando paso al horario de invierno.
En concreto, a la medianoche los relojes deberán atrasarse una hora, pasando del huso horario UTC-3 a UTC-4 en todo el territorio, salvo en las regiones de Magallanes y Aysén que mantendrán su horario.
Además, se informó que en el caso de Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez, el cambio se aplicará a las 22:00 horas de la hora local.
¿Podría haber consecuencias para la salud?
Especialistas advierten que el cambio de hora puede alterar el reloj biológico de las personas y afectar su bienestar general, sobre todo en los primeros días de adaptación.
¿Qué explica un especialista?
“El cambio de hora puede afectar a personas de todas las edades, pero los grupos más vulnerables suelen ser los niños pequeños y las personas mayores, en especial si tienen alguna condición de salud mental agregada”, advierte el doctor Andrés Glasinovic, médico de familia e integrante de la Sociedad Chilena de Medicina Familiar.
¿Cuáles so las recomendaciones?
Para mitigar estos efectos y facilitar una mejor adaptación, el profesional recomienda reforzar las llamadas medidas de buena higiene del sueño. Estas incluyen:
. Mantener una rutina de descanso en horarios similares cada día.
. Favorecer una habitación oscura, silenciosa y con temperatura adecuada.
. Evitar comidas pesadas o muy abundantes antes de dormir.
. No consumir bebidas estimulantes durante la noche.
. Evitar la exposición a pantallas y luces artificiales antes de dormir.
. Realizar ejercicio de forma regular, idealmente por las mañanas.
. Evitar las siestas, para no interferir con el sueño nocturno.
¿Es necesario el cambio de hora?
“El horario estándar permanente, que sigue más de cerca el ciclo natural de luz y oscuridad, es el horario de invierno. Coincido con los especialistas en medicina del sueño en que, por un tema de salud y seguridad, se deberían eliminar los cambios estacionales de horario y mantener el horario de invierno todo el año”, agrega el doctor Glasinovic.
¿Es importante un descanso adecuado?
“Un descanso adecuado mejora nuestras capacidades cognitivas, favorece el aprendizaje, la concentración y la creatividad, además de fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades”, destaca por su parte la doctora Andrea Didier, directora de la Sociedad Chilena de Medicina Familiar.
¿Qué hacer para evitar consecuencias?
El déficit de sueño afecta a personas de todas las edades, pero sus consecuencias pueden ser especialmente evidentes en niños y adolescentes. Irritabilidad, problemas de concentración y dificultades de aprendizaje son algunas señales de alerta.
Por eso, respetar las horas de sueño recomendadas según la edad es clave para proteger la salud: los recién nacidos necesitan entre 14 y 17 horas diarias; los niños en edad escolar, entre 9 y 11 horas; los adolescentes, entre 8 y 10; y los adultos, entre 7 y 9 horas por noche.
“Pequeños cambios en la rutina de sueño pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida a largo plazo de las personas”, concluye la especialista.