Si yo fuera candidato y me tocara debatir con Jadue, le preguntaría qué soñaba ser de grande cuando tenía seis años. Si a los seis años sabía algo de economía, si sabía cuánto costaba un kilo de pan. Señor Jadue, ¿sabe cuánto vale una sonrisa, un puñado de palabras bonitas, un guiño de unos ojos almendrados? ¿Sabe si hay que pagar para ser feliz? Le preguntaría cuál es su AFP, si está en Isapre o Fonasa.
Si yo fuera candidato y me tocara debatir con Lavín, le preguntaría qué le gustaría hacer si no fuera político. Si prefiere ser un hombre rico o uno feliz. Si sabe hacer pan amasado o mermelada de mora. Si alguna vez ganó el sueldo mínimo. Le preguntaría si ha valido la pena ser de derecha. Si hubiese sido presidente -lo interrogaría- ¿Chile sería otro Chile? Señor Lavín, ¿es usted feliz?
Si yo fuera candidato y tuviera que debatir con Boric, le preguntaría si su intención de ser presidente es un simple acto compulsivo. Si defiende la independencia de los pingüinos en la Antártida. Si no le gustaría mejor sentarse a comer un choripán con una leche con plátano en el Kiosko Roca que andar buscando firmas por medio Chile.
Si yo fuera candidato y tuviera que debatir con Briones, Desbordes y Sichel les preguntaría “para qué tanta angustia, tanta estrella girando hecha una brasa en los cielos de ayer”.
Si yo fuera candidato y me tocara debatir conmigo mismo, me preguntaría si fue una buena idea venir a Talca. Me preguntaría qué gano escribiendo tanta tontera, qué sentido tiene ilusionarme con un lector fantasma. Me insultaría, me retaría, me odiaría infinitamente. Me preguntaría si me arrepiento de algo, si algún día volveré a Santiago.
Nadie quiere escuchar. Solo escuchamos lo que queremos escuchar. No saco nada con debatir con Jadue, Boric o Lavín. Si tuviera que debatir con Jadue, Boric o Lavín no les preguntaría nada. Los invitaría a comer completos mojados a los carritos, o churrascas a la 11 Oriente, o chancho en piedra a Las Viejas Cochinas. Después los llevaría al cerro La Virgen para contemplar la ciudad en silencio. Quizás podamos aprender algo.