Por todos es sabido que el presente año, en nuestro país, se materializó la recuperación económica generada por la pandemia, arrojando cifras para un incremento en el PIB anual de 18,1% y 17,2%, para los trimestres II y III, respectivamente. No obstante, dichas cifras muestran el comportamiento general de toda la economía y, por lo tanto, una mirada mas detallada es siempre conveniente y necesaria de realizar.
Es así como, si se desglosa el crecimiento por sector productivo, resaltan compartiendo el primer podio la Construcción y Comercio (este último incluye restaurantes y hoteles) mostrando una expansión anual de 39,35% y 36,54% (para el tercer trimestre del presente año), respectivamente, datos que contrastan con el -29,56% y -9,51% que mostraron en similar período de 2020, y que no hacen otra cosa que manifestar cómo el confinamiento sobre la población, requerido para contener la expansión del virus, y desconfinamiento posterior, afectaron significativamente la actividad de ambos. En una segunda posición, aunque no por ello menos relevante, se encuentra el rubro Transporte y Servicios Personales (incluye este último los Servicios Domésticos y Salud, entre otros), los que ya ven desde lejos el -26,84% y -18,83%, respectivamente, del tercer semestre de 2020, para arrojar incrementos de 27,41% y 24,5% para el mismo período de 2021. Y terminando la lista se encuentran los sectores de Servicios Financieros y Empresariales, Industria Manufacturera y Servicios de Vivienda e Inmobiliarios, cuya expansión fue de 16,75%, 12,43% y 10,18%, respectivamente.
Otra mirada a los datos se puede obtener si se analizan ellos desde una perspectiva de quien realizó el gasto, y en este sentido, si se compara el II y III trimestre de 2020 y 2021 resaltan el consumo de los hogares y la inversión; el primero avanzó desde una contracción de -22,3% y -9%, en 2020, hasta un crecimiento de 35,6% y 27,5% en 2021; por su parte, el segundo registró una mejora al comparar el -19,8% y -17% de 2020, con 20,7% y 29,8% en el presente año.
Si bien los resultados nos dejan de manifiesto que la recuperación es un hecho innegable, es importante mantener una postura de vigilancia sobre la economía, ello pues, por un lado, aún existen sectores donde la mayor actividad no está del todo materializada (por ejemplo, el mercado laboral y en especial el de las mujeres), y por otro, existe una fragilidad elevada a que se presente una variante del virus más contagiosa y peligrosa que la original, escenario último que aún no es factible del todo descartar.