El nombre del colegio que nos acogió alude a uno de los grandes escritores de nuestro continente. Parte de su obra fue investigar y difundir la rica herencia cultural de nuestros pueblos originarios, así como denunciar nuestra tradicional dependencia económica de los grandes centros financieros de occidente.
La acogida, cálida y amistosa de parte de la Directora y del personal, así como del anfitrión, el profesor Hugo Pïzarro, autor de la antología “Por la ruta del verso. Poesía amorosa del Maule”, presagiaban una actividad fraterna y pletórica de poesía y literatura. La Fundación Cultural Traful también fue parte de la convocatoria que reunió a más de veinte escritores maulinos, además de un receptivo público.
En la inauguración destacaron los poemas declamados por Camila Medel y Jorge Gaitán y la bella voz de María Belén Ciudad en las canciones.
Luego de los saludos de las autoridades presentes la primera mesa de conversación estuvo a cargo del conocido académico, crítico y poeta talquino Naín Nómez, quien realizó un recorrido por la literatura clásica del Maule y el cruce de la tradición y la modernidad. Una travesía que incluyó la ineludible mención a los premios nacionales maulinos: Mariano Latorre, Pablo Neruda, Max Jara, Pablo de Rokha, Efraín Barquero. No puedo dejar de mencionar al último de ellos, autor de numerosas novelas, nuestro talquino Hernán Rivera Letelier. Y por supuesto al nobel parralino Pablo Neruda. En un segundo momento el expositor destacó los nombres de las generaciones que han venido a dar continuidad, pero también novedad y ruptura a la arraigada tradición literaria de nuestra región.
UNA POESÍA VIVA
Entre una exposición y el posterior diálogo los poetas ocupaban la mesa central para compartir sus versos, muchos de ellos signados por nuestro paisaje urbano o rural, o el devenir de una historia desafiante, siempre abierta a nuevas promesas y esperanzas.
Cada voz poética mostraba las misteriosas resonancias que el Maule, el Mataquito y los invisibles ríos urbanos que son parte de nuestro ancestro cultural pueden germinar en las palabras de tantos hombres y mujeres consagrados a un oficio cada vez más extraño en nuestra frivolidad cotidiana. Entre los que mostraron sus creaciones estuvieron: Margarita Bustos Castillo, Doris Meza, Omar Cid, Juan Jufré, Raúl Alcaino, Samuel Maldonado, Eduardo Aramburú, Edgardo Alarcón, Ricardo Opazo, Angela Covarrubias, Rodolfo de los Reyes, Gabriel Rodríguez, Bernardo González, Marcela Albornoz, Isabel Gómez, Orelia Charrorro Flores y Naín Nómez.
GRUPO GUANAY
Debo destacar la brillante participación musical y poética del Grupo Guanay de Constitución que interpreta con asombrosa energía y talento temas de Atahualpa Yupanqui, Quelentaro y Valericio Leppe, los que lograron conmover a los asistentes al evento.
Me impresionó la fuerza interpretativa de este conjunto, potente en la voz, certero y preciso en los instrumentos. Creo que son portadores de una rica tradición de cantores ligados a los dolores y esperanzas del pueblo, aunque hoy la palabra se encuentre bajo legitimo debate.
LA POÉTICA DEL MAULE
Marcela Albornoz Dachelet, reconocida poeta y Directora del Centro de Extensión de la Utalca expuso sobre los diversos esfuerzos por recoger y sistematizar la obra de los poetas maulinos a través de diversas iniciativas. Vale la pena destacar su mención a “la escritora talquina Amparo Pozo Donoso, periodista del diario La Mañana, directora de la Revista Acanthus por más de veinte años, cronista y poeta, publicó en 1987 “María de Tapihue”, un libro valioso que rescata la obra de esta poeta de Cauquenes, María Ruiz, poeta, bibliotecaria que trabajó en la Biblioteca Nacional luego de Guillermo Feliú Cruz, y que en su trabajo pudo conocer a destacados poetas e intelectuales”
En su ponencia Marcela Albornoz se refirió a la convivencia de diversas vertientes poéticas “Existe un grupo considerable de poetas que cultivan una poesía telúrica o vernacular, de fuerte sentimiento de arraigo o pertenencia al suelo nativo, que acepta con mayor propiedad el apelativo de maulina, considerando la temática extraída de la realidad exterior o nativa, ya sea física (naturaleza) o social (relación del hombre con el hombre).
Por otro lado, el opuesto, existe un grupo no menos significativo de poetas llamados existenciales, quienes, al parecer, estuviesen desarraigados de la cultura maulina, por su visión interior y universal de la realidad. No obstante, ser ambas posiciones divergentes, pertenecen a la misma filiación cultural y su esencia conductora es la del Maule”.
Imposible mencionar a todos los poetas y escritores de una región tan prolífica. La poeta agregó los nombres de Adriano Améstica, Rosa González, Santiago Azar, Silvia Rodríguez, Daniela Sol. Y por cierto Francisco Mesa Seco, Emma Jauch, Enrique Villablanca. Y destacó especialmente la vasta obra del poeta talquino Bernardo González.
“MUJERES MAULINAS Y EL CMPROMISO CON LA PALABRA”
La poeta y dirigente de la Sociedad de Escritores de Chile Isabel Gómez Muñoz expuso este tema destacando la figura de Stella Corvalán “La obra poética de Stella Corvalán trascendió las fronteras. Fue prologada por intelectuales de la envergadura de Giovanni Papini, Pío Baroja, Francis de Miomandre, entre otros. Corvalán sostuvo durante toda su vida una amistad muy profunda con Juana de Ibarbourou”.
En la misma línea mencionó la fructífera labor literaria de Emma Jauch y Gladys Thein que “fue el nombre elegido por Tegualda Pino Barrios para darse a conocer en el ámbito literario”.
Thein, poco conocida por las nuevas generaciones nació en la ciudad de Curicó en 1911, realizando sus estudios en el Liceo de Niñas Nº3 de Santiago. En 1932 obtuvo el premio del Concurso de Poesía de la revista Ecram para todos, este premio le dio el primer impulso para publicar su libro “Corolas de Cristal” (1932) publicado por editorial Nascimento.
Fue “profesora de castellano y también se desempeñó como funcionaria de la Biblioteca Nacional. Gladys Thein fue una mujer de profundos ideales de vida, directora de la revista Acción Femenina (1934-1939), asumiendo esta responsabilidad durante los años 1934 y 1935. Esta revista se caracterizó por ser el órgano difusor del Partido Cívico femenino, movimiento que tenía como propósito defender los derechos de la mujer, en temas como el derecho al sufragio y al divorcio. En 1935 publicó “Horizontes perdidos”, su segundo libro; pasaron 10 años hasta la publicación de “Poemas” (1945). Más tarde, publicó cuatro títulos: “El rostro desolado” (1946), “Territorio de fuego” (1947), “La mitad de mi vida” (1949) y “Poesía” (1950).
Isabel Gómez terminó su ponencia narrando que “En los años treinta, Thein se unió a la corriente intelectual de solidaridad con España desencadenada en Chile y colaboró con composiciones poéticas en el diario Frente Popular. Destaca, entre ellas, un homenaje a Federico García Lorca, escrito con motivo del primer aniversario de su asesinato”.
RUTA POÉTICA DEL MATAQUITO
Rodolfo de los Reyes, periodista, escritor y gestor cultural curicano estuvo a cargo de mostrar el paisaje literario del rico valle del Mataquito, territorio marcado por la resistencia mapuche al invasor y la muerte de Lautaro en el cerro Chiripilco. De los Reyes se detuvo en los nombres de René Correa, creador del Grupo Fuego, el poeta Alejandro Gutiérrez, muerto en la matanza de Ranquil, Fernando Quilodrán, Augusto Santelices, Pedro Antonio González.
Y por supuesto la figura legendaria de Pablo de Rokha, nacido en Licantén, expulsado del Seminario San Pelayo de Talca por leer obras profanas, autor de una cincuentena de libros, la mayoría auto editados. Su poética ha marcado a no pocos exponentes de las nuevas generaciones y en su memoria se realizan exitosos festivales de rock y otras expresiones artísticas.
El diálogo con Naín Nómez, experto en la poética rokhiana enriqueció esta última ponencia y puso un adecuado final a un Encuentro de Escritores largamente esperado y necesario tras la pandemia.
No podía faltar un recuerdo y reconocimiento al recientemente fallecido poeta, cuentista y novelista Juan Muñoz Veillón, cuya obra permanecerá en la memoria maulina, así como los aportes del querido cronista curicano Patricio de los Reyes.
UNA IDENTIDAD EN MOVIMIENTO
El Maule en el imaginario literario es un territorio privilegiado. Contado y cantado en innumerables relatos y poemas es la materia que nutre la primera infancia parralina y rural de Neftalí Reyes Basualto, el viajero inmóvil en su pueblo blanco y polvoso donde descansa Rosa, su madre. Son los ríos invisibles que alimentan el canto del macho anciano y su memorable “Epopeya de las Comidas y Bebidas de Chile”.
Como los faluchos maulinos que llegaban al Callao, a California tras el brillo del oro, la literatura maulina se ha proyectado al mundo, ha sido traducida y estudiada y lo seguirá haciendo porque cada día se suman nuevas voces, algunas de ellas silenciosas en medio de tanto vocerío mercantil.
Sería un trabajo largo y agotador mencionar todas las voces que en y desde las 30 comunas maulinas han aportado y hoy se suman al concierto literario del Maule. Imposible no mencionar por ejemplo a los tres sanjavierinos notables: Jerónimo Lagos Lisboa, Jorge González Bastias y Raimundo Echavarría y Larrazabal. Y a tres novelistas actuales que publican y trabajan silenciosos en sus historias: Angel Saldomando (Yerbas Buenas) y Tomás J. Reyes y Susana Burotto (Talca).
Nuestra identidad es dinámica, construida sobre la vieja ruralidad, sus ranchos de tierra y sus nuevos espacios de cemento y hormigón. Se nutre de la nostalgia del terruño, la pequeña aldea, el mate de las abuelas y la épica del habitante del mall, activo de la cultura naif, ahíto de café y ofertas de temporada, de redes inalámbricas, a veces grotescas, a veces amables.
Una identidad en movimiento, contradictoria y diversa que va desde las masivas expresiones religiosas hasta los modernos desiertos espirituales que se llenan a punta de tarjetas de crédito y en cuyas claves secretas transita una globalidad imparable y las sigilosas aguas subterráneas del pasado.