¿Qué pasó antes de la tragedia?
Un revelador antecedente rodea el primer caso de femicidio consumado que se registra durante el presente año en la región del Maule y que, nuevamente, pone en duda la eficacia de los protocolos de instituciones públicas respecto a mujeres que son víctimas de malos tratos y manipulación de sus parejas agresoras, por cuanto se perciben a sí mismas en un círculo de violencia del cual aparentemente no hay salida. Lamentablemente así habría ocurrido con la joven, Andrea Cristina Salazar Placencia, de 37 años, domiciliada en la comuna de Pencahue y madre de tres hijos.
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¿Qué ocurrió en este caso?
Según registros que hizo públicos la Fiscalía Regional, luego de requerimientos de los medios de comunicación, fue el domingo 24 de julio pasado cuanto esta misma joven acudió ante el Retén de Carabineros de Yerbas Buenas para denunciar amenazas de su ex pareja, un sujeto con el cual mantuvo una relación que se prolongó por 11 años y donde tuvieron una hija en común.
¿Qué hizo Carabineros?
Según la fiscalía, personal de Carabineros acudió al sitio del suceso y allí habría adoptado el procedimiento de rigor. Tras constatar su efectividad, se le habrían ofrecido medidas de protección a la víctima, lo cual dicha mujer habría desestimado, según el registro que consta en el parte policial que llegó a la fiscalía de Linares al día siguiente. Lo más increíble es que los carabineros se habrían conformado con ello, dejando a la denunciante sin ninguna medida que, posiblemente, le hubiera permitido neutralizar la salvaje agresión de la que sería objeto tres días después.
¿Qué aspecto llama la atención?
Ocurre que, según explican los manuales de atención a víctimas de violencia intrafamiliar que ha elaborado el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG), ese comportamiento refleja justamente lo contrario, es decir, que se trata de una víctima que está siendo objeto de tal presión y manipulación que, justamente, le impide verse a sí misma como una mujer que debe hacer respectar sus derechos, especialmente, su integridad física y psíquica.
¿Y en qué terminó el caso?
El caso de Andrea Salazar terminó en lo peor, porque 72 horas después, esos mismos carabineros concurrieron a su domicilio en calle Luis Trujillo, en Yerbas Buenas, para ser testigos de cuando el SAMU constataban su fallecimiento por anemia aguda, tras sufrir una lesión cortante de manos de su pareja, quien había sido retenido por el hijo mayor de la víctima y entregado a personal policial.
¿Hubo reacciones se conocieron?
Este antecedente, al parecer, era desconocido para autoridades regionales, por cuanto no fue comentado por la Delegación Presidencial, SernamEG o Carabineros de la Prefectura de Linares.
¿Qué medidas adoptará la Delegación Presidencial Regional?
En cuanto a sus facultades, Humberto Aqueveque comentó que «estamos analizando el convenio que tenemos con SernamEG para establecer si esta causa presenta las características para hacernos parte como querellantes o prestamos colaboración al servicio especializado, quienes están esperando el consentimiento de la familia para actuar», afirmó.
¿Qué ocurrió con el autor del grave delito?
El único detenido por estos hechos fue detenido por Carabineros y entregado a la justicia, donde fue objeto de audiencia de control de legalidad de la detención y, luego, ampliación de la detención hasta el próximo viernes, por orden del Juzgado de Garantía de Linares a petición de la fiscalía local.