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Entrevista “Bach fue un hombre profundamente religioso…su fe fue su tabla de salvación”

Elizabet, ¿qué queda de esa periodista lúcida y punzante que conocí alguna vez?, le preguntamos a Elizabeth Subercaseaux durante la entrevista “¡Pero cómo! ¿Usted cree que estoy muerta? ¿Cómo qué queda? !Queda todo, pues!”. Acaba de publicar Bach, el músico de Dios (Mario Rodríguez Órdenes)

Elizabeth Subercaseaux Sommerhoff es una periodista y escritora de fecunda obra.

La escritora y periodista Elizabeth Subercaseaux Sommerhoff acaba de publicar “Bach, el músico de Dios” (Catalonia, 2024) donde profundiza en los rincones más íntimos de este genio musical que trascendió su tiempo y cuya música continua emocionando al mundo. Elizabeth parece imparable y de inmediato accedió a una entrevista con Diario Talca.

Luego de enviarle un cuestionario a su residencia en Pensilvania, Estados Unidos, nos respondió dos días después. Esta publicación es muy importante, porque en estos tiempos de desesperanza, conocer a Bach nos muestra caminos esperanzadores…

Elizabeth Subercaseaux Sommerhoff (Santiago, 1945) es una periodista y escritora de fecunda obra. Ha trabajado como profesora en la escuela de periodismo de la Universidad de Chile. Ha sido reportera, corresponsal y columnista para diversos medios chilenos y extranjeros. Ha publicado más de 30 libros en diversos géneros.

En ficción destacamosUna semana de octubre” (2009). En novela histórica destacamos “La patria en sombras” (Chile desde el golpe militar en 1973 hasta el 2005). Entre sus libros periodísticos destacamos “Ego sun Pinochet…“, su obra ha sido traducida al inglés, francés, alemán, portugués, italiano, polaco, checo y holandés.

Elizabeth, ¿cómo surge la escritura de Bach y que fuente utilizó?

“Lo primero que me impulsó a escribir sobre la vida de Bach es la emoción que me ha producido siempre su música. Luego vino la curiosidad que me producía este músico de cuya vida, aparte de que era el organista de Santo Tomás en Leipzig, se sabía bastante poco. ¿Cómo fue su relación con sus dos esposas? ¿Qué pasó con esos veinte hijos que tuvo? ¿Cuáles fueron sus dolores? ¿Cuáles sus alegrías? ¿Por qué nunca abandonó la región donde trabajó toda la vida? ¿Y cómo era la vida en su tiempo? Esas son algunas de las preguntas que me movieron a investigarlo. Y lo otro es que hace ya mucho tiempo me propuse escribir sobre estos músicos que tanto le han dado a la humanidad y así han ido apareciendo estos libros sobre Schumann, Brahms, Beethoven, ahora Bach, a fin de año, Wagner”.

La saga de grandes músicos que ha escrito, ¿qué explica de su profunda vinculación con la música?

“Creo que hay dos cosas que lo explican, primero, a mí siempre, desde niña me ha gustado la música y sobre todo la música clásica, y segundo, el hecho de ser tataranieta de uno de los más grandes genios musicales, como fue Robert Schumann, también ha influido”.

¿Cómo enfrentó Bach las adversidades de su vida?

“Con su fe. Bach fue un hombre profundamente religioso y creo que su fe fue su gran tabla de salvación”.

¿Qué gravedad tuvo la ceguera que padeció?

“Su ceguera fue tan grave, que lo llevó a la muerte”.

Pero esta dolencia la trató con un prestigioso médico, John Tailor. ¿Qué efectos tuvo este tratamiento?

“El doctor Taylor era muy famoso, es cierto, pero también era un charlatán, que lo sometió a un tratamiento con sangre de paloma y manzanas asadas, que lo único que hizo fue dejarlo aún más ciego de lo que estaba, provocarle una terrible infección y finalmente, matarlo”.

¿Dónde considera que radica su genialidad?

“Ahh! Esa es la gran pregunta. Si supiéramos de dónde proviene la genialidad de Bach, posiblemente habríamos respondido la gran pregunta de la humanidad, ¿existe Dios?”.

¿Puede explayarse cuando Bach señala que la música es un punto que reúne el pasado con el futuro?

“Seguramente se refería a que para la música no hay un límite en el tiempo, la música nace y es presente, se proyecta y es mañana, se recuerda y es pasado, pero siempre está ahí. Sobre todo la música de Bach, que no ha hecho más que comprobar lo que estamos diciendo”.

Tras su muerte, Bach, y su obra, quedan un tanto relegadas. ¿Qué papel jugó Felix Mendelssohn para revertir esa situación?

“Mendelssohn fue quien, un buen día y sin tener la menor idea del tesoro que estaba escondido en esos archivos de la iglesia donde él estaba investigando, se encontró con la música de Bach, de quien nadie hablaba, ya. Y quedó tan impactado con su hallazgo que se dedicó a darlo a conocer en todas partes, a remover esa memoria”.

Después de tantas entrevistas, la recuerdo en Santiago, en los convulsionados años 80′. ¿Qué le produce el inexorable paso del tiempo?

“Me produce emociones distintas. Pero entre ellas la más fuerte de todas consiste en casi no poder creer lo que vivimos en Chile, la crueldad de esa dictadura. Fíjese Mario que justamente ahora, paralelo a mis músicos estoy trabajando un libro sobre la historia de Chile entre 1970 y 1990. En ese trabajo me ha tocado revivir todo el periodo y volver a espantarme. Así que si usted me pregunta, hoy, que me produce el recuerdo de los ochenta tengo que decirle que una gran tristeza”.

¿Ve posible radicarse en Santiago?

“De hecho, nos vamos a mudar a Santiago el año que viene. Nuestra idea es vivir seis meses en Chile y seis meses en Estados Unidos. Es como el comienzo de mi cambio definitivo a Chile”.

¿Su vida será un ir y venir entre Santiago y Pensilvania?

“Por el momento serán seis meses en Chile y seis en Estados Unidos, más o menos, así que por un rato voy a seguir vagabundeando entre los dos países, tal como he hecho los últimos 35 años”.

 ¿Cómo es su vida en Estados Unidos?

“Yo vivo en un lugar muy tranquilo, lleno de bosques y muy cerca al mismo tiempos de dos grandes ciudades, Filadelfia y Nueva York, así que es una vida en la cual puedo mudarme entre el bullicio de la ciudad y la paz de los bosques con toda facilidad. Es una vida muy bonita”.

¿Suele ver chilenos, amigos de infancia, etcétera?

“Claro que sí. Mario, yo me fui de Chile pero al mismo tiempo nunca me fui de Chile. He mantenido todos mis lazos intactos, voy a cada rato a Santiago, mis hijos, mis hermanos, mis nietos, mis amigos, todos ellos viven allá, amén de mi trabajo, porque recuerde que yo siempre he publicado mis libros en Chile y con editorial Catalonia, que es una editorial chilena con la cual llevo la friolera de casi tres décadas”.

¿Cómo son sus ritmos de trabajo, de lecturas?

“Soy bien trabajólica, la verdad es que o leo o trabajo todo el día; aparte de cocinar, que me encanta, no hago otra cosa. Mis días comienzan a las seis de la mañana, desayuno a esa hora y luego escribo hasta más o menos las dos o tres de la tarde, el resto del día lo reparto entre la cocina y la lectura”.

¿En qué proyecto literario trabaja ahora?

“En este momento estoy trabajando el libro del cual le hablé hace un rato, es la historia de Chile entre los años 1970 y 1990. Ese libro es una investigación periodística y en paralelo estoy trabajando en la vida de Tchaikovsky”.

¿Cuándo tiene programado viajar a Chile?

“Voy a Chile para Navidad y luego, ya en junio del próximo año me voy a pasar los primero seis meses de esta nueva vida compartida entre los dos países, así que el año que viene voy a estar prácticamente todo el año en Chile”.

Creció y se formó en un Chile muy distinto al actual. ¿Le duele Chile actual, tan ligado al neoliberalismo?

“Yo creo que cada época tiene su afán. En el pasado, el gran problema de Chile no fue la política económica ni el modelo neoliberal sino la dictadura militar que lo impuso, y ambos se retroalimentaban. Pero eso terminó. Tampoco creo que se pueda decir que el modelo de la Concertación fuera el mismo modelo de la dictadura. La transición fue lenta y, amarrada por Pinochet y muy difícil, pero hay que reconocerle a la Concertación todo lo que hizo por Chile en esos treinta años, la forma como humanizaron la economía, repusieron las leyes laborales, los derechos de los trabajadores que habían sido completamente conculcados, implementaron una política económica coherente, se deshicieron del fanatismo de los Chicago boys (nadie puede comparar a Foxley, por ejemplo con Sergio de Castro o a Eyzaguirre con Büchi); metieron presos a muchos responsables de atropellos a los derechos humanos; crearon dos grandes comisiones, la de Rettig con Patricio Aylwin, la de la tortura con Ricardo Lagos, persiguieron a los culpables de crímenes; es un largo etc. y aún no hemos dicho nada de avances en prácticamente todas las áreas. Y en democracia que es lo más importante.

¿Qué alternativa tenemos?

“Mario, la alternativa es justamente lo que se ha estado haciendo en Chile, gobiernos de alternancia. Democracia. Yo creo que no se trata de alternativa, en el sentido de irnos de un extremo al otro, sino de la profunda necesidad de que las fuerzas opuestas en Chile, en el Congreso, se pongan de acuerdo en leyes que son las que el país necesita. La alternativa se llama inteligencia política e interés por el país más que por hacer carrera política”.

Elizabet, ¿qué queda de esa periodista lúcida y punzante que conocí alguna vez?

“!Pero cómo! ¿Usted cree que estoy muerta? ¿Cómo que qué queda? !Queda todo, pues!”

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