¿Qué va a pasar?
Este lunes a las 15.30 horas en el Tribunal Oral en lo Penal de Linares, en audiencia telemática que será transmitida por la página web del Poder Judicial, se efectuará la lectura de sentencia en contra de dos acusados que, en fecha reciente, fueron declarados culpables como autores de un grave delito de violación con homicidio, con las agravantes de alevosía y abuso de fuerza, cuya víctima fue el niño Emilio de apenas 12 años, hecho ocurrido el 29 de abril de 2021 en Longaví.
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¿Qué pena arriesgan los acusados?
En los alegatos de cierre, la fiscal, Carmen Gloria Caamaño, al igual como lo hizo en la acusación y al inicio del juicio oral, exigió la pena de presidio perpetuo calificado para los dos condenados, esto es, la sanción más grave consignada en la ley penal chilena. Se trata de presidio de por vida, por cuanto recién cumplidos 40 años de cárcel efectiva, los acusados pueden postular a algún tipo de cumplimiento sustitutivo de la sanción. Una posición similar sostuvieron las partes querellantes, esto es, la Fundación Paz y Justicia, así como la Defensoría de la Niñez.
¿¿Qué dicen las defensas?
Los abogados de la Defensoría Penal Pública que representaron por separado a ambos acusados, plantearon circunstantes atenuantes como la colaboración sustancial con la investigación y la irreprochable conducta anterior, solicitando así que la sanción se reduzca a 20 años de presidio mayor en su grado máximo. A la fecha, ambos condenados permanecen detenidos en la cárcel de Rancagua, en la capital de la Región de O’Higgins.
¿Qué dice la familia de la víctima?
Ana María Sánchez, mamá de Emilio, explicó -en declaraciones a Chilevisión- que «han sido días muy tristes. El apoyo de mi familia han sido buenos porque me han acompañado mucho. Pero falta algo. Mi hijo me hace mucha falta, porque ahora me quedo sola cuando mi marido sale a trabajar. Emilio siempre estaba con sus perros jugando. Después que llegaba del colegio, salía a pasear a sus perros. Era de todos los días que salía con sus perros al potrero».
¿Cómo recuerda a Emilio?
«Lo recuerdo como un buen estudiante, un buen compañero, un niño muy regalón. Yo tengo más hijos, pero él era el más chico. Siempre andaba haciendo travesuras. Bailaba solito. Ese día no volvió. Me pidió permiso para salir a pasear los perros, pero nunca me imaginé lo que iba a pasar», afirmó.
¿Ella conocía a los condenados?
«Yo había trabajado con uno de ellos. Él subía a la micro, yo lo saludaba, pero nada más. Siempre iban a comprar el pan al lado de mi casa o donde la vecina. Lamentablemente me tocó a mí. Yo espero que la justicia les de lo más, que tengan cadena perpetua y no salgan nunca más. Aunque yo sé que mi hijo no va a volver, se fue la mitad de mi vida. Mi hijo más chico era todo. Tenía algo muy especial. Quería ser futbolista para que yo no siguiera trabajando más. Pero ahora no tengo fuerzas para seguir trabajando. Si no hubiera tenido más hijos, a lo mejor habría cometido un error. Tengo que tomar pastillas para dormir. Yo lo único que pido es que ojalá no salieran nunca más, porque me robaron lo mejor que tenía», agregó.