En nuestro país las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs) son la principal causa de consulta pediátrica en atención primaria y servicios de urgencia constituyendo el 60% de las consultas del promedio anual, con mayor incidencia en la temporada de invierno (Minsal).
En el presente año hemos sido testigos de cómo las IRAs han generado cuadros de diversa gravedad, sobre todo en la población de mayor riesgo que son los menores de 5 años, generando un aumento importante de consultas que han desafiado a las instituciones de salud en otorgar una respuesta oportuna.
Debemos recordar que las infecciones respiratorias agudas en nuestro país son predominantemente causadas por virus, lo que es relevante puesto que éstas no tienen un tratamiento específico, sino más bien un manejo sintomático que es variable entre los diferentes niños y niñas ya que depende de la calidad e intensidad de sus síntomas.
Los equipos sanitarios han reconocido y advertido que la situación es actualmente crítica, sobre todo en el área hospitalaria y en las unidades de paciente crítico pediátrico, donde se observa una ocupación que sobrepasa el 90% según lo ha señalado el Ministerio de Salud. Por ello, se vuelve imperativo tomar medidas para evitar/controlar la propagación de los patógenos y proteger la salud de nuestros niños.
Como la mayoría de los virus respiratorios, éstos se transmiten a través de las gotas de saliva que lanzan por el aire las personas contagiadas sintomáticas, por lo que resulta clave medidas preventivas como el lavado de manos frecuente, ventilar la casa al menos una vez al día y evitar el contacto con personas que tengan síntomas respiratorios o utilizar mascarilla. También evitar concurrir a lugares con aglomeraciones de personas y mala circulación de aire, exponerse al humo de tabaco y a cambios bruscos o a bajas temperaturas, a lo que se suma en lo posible no enviar a los niños al jardín, salas cuna o escuela, y en los casos que el niño tenga una patología de base evitar exponerlo en las semanas de mayor circulación viral.
Por su parte, entre los cuidados protectores se recomienda mantener la lactancia materna y actualizado el calendario de vacunas o realizarlo a la brevedad posible, lo que resulta relevante considerando que las tasas de vacunación en los grupos de riesgo se encuentran por debajo de lo esperado, por ejemplo, para Influenza en los niños de 6 meses a 5 años la cobertura actual nacional alcanza un 53,6% (Ministerio de Salud, Registro Nacional de Inmunizaciones, junio 2023).
En respuesta a esta alarmante situación epidemiológica, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud recomienda a nivel país fortalecer e integrar la vigilancia de la Influenza, el Virus Respiratorio Sincicial (VRS) y el SARS-CoV-2 y adoptar las medidas necesarias para la prevención y el control de los casos graves, asegurando una alta cobertura de vacunación en grupos de alto riesgo, un manejo clínico adecuado, la adecuada organización de los servicios de salud, el cumplimiento estricto de las medidas de control de prevención de infecciones y el tratamiento oportuno de las complicaciones.
A ello pueden sumarse estrategias como que los padres y/o cuidadores puedan desarrollar el cuidado en casa de sus niños enfermos, eventualmente modificar el calendario del sistema escolar adelantando las vacaciones de invierno, y aumentar el número de camas, su complejización y mantener una adecuada gestión de las mismas, entre otras.
No obstante, lo que no se debe perder de vista es que la clave son las medidas de prevención que cada persona puede implementar desde sus casas, por lo que debemos más que nunca reforzar estos cuidados esenciales, de modo de contribuir a impactar positivamente en la salud de nuestros niños.
Mg. Adrián Núñez González
Mg. Marcela Sirguiado Davis
Docentes Carrera de Enfermería
Universidad Autónoma de Chile