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La historia de tres vidas jóvenes truncadas en el cerro La Virgen de Talca

La muerte de tres jóvenes en un accidente de tránsito en la ruta a Pencahue causó un profundo dolor entre sus familiares y amigos. Estas son sus historias, más allá de los titulares e informes policiales.

El automóvil donde viajaban las víctimas colisionó contra un árbol en la subida al cerro La Virgen en Talca

La madrugada del domingo 14 de noviembre quedará marcada por la tragedia.Tres jóvenes perdieron la vida en un accidente en el acceso al Cerro La Virgen en Talca. La falta de experiencia al volante, el exceso de velocidad y una mala maniobra habrían incidido en que el automóvil que ocupaban Araceli Urra Gonzales, Benjamín Valdés Cerna y Airon Prado Ramos, se estrellara contra un árbol a unos 200 metros del costado poniente del puente sobre el Río Claro.

La causa de este lamentable choque estás siendo investigada por la fiscalía local de Talca a través de los peritos de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito de Carabineros, los que deberán informar en las próximas semanas las conclusiones de su indagación.

La violencia del impacto, llevó a bomberos de la unidad de rescate de la Quinta Compañía de Talca a utilizar distintas técnicas para recuperar el cuerpo de los tres jóvenes oriundos de San Clemente.

Los tres tenían grandes planes para su futuro. Mientras uno de ellos se especializaba en terapia ocupacional, otro pensaba en ser ingeniero en prevención de riesgo y el tercero buscaba su futuro pensando siempre en el bienestar de los demás.

Jóvenes vidas que se vieron truncadas por el destino y que tiene a sus familias sumidas en un profundo dolor difícil de superar. Pero también están los amigos que dejaron  en el camino y a quienes no solo le entregaron alegría y dejaron grandes recuerdos, sino que también lecciones que deben ser valoradas. Estas son sus historias.

Airon quería ser ingeniero en prevención de riesgo

El pasado 5 de octubre Airon Prado Ramos cumplió los 21 años proyectando lo que sería su vida, sus sueños, aspiraciones y proyectos futuros. La mayoría de esos deseos se vinculaban al deporte, pero también anhelaba ser ingeniero en prevención de riesgos.

Desde pequeño integró equipos de básquetbol, fútbol y voleibol. Con el paso de los años y su deseo de incursionar en otras disciplinas deportivas también practicó el skate, donde volvió a destacarse y ser considerado como un referente de esta disciplina.

Según sus conocidos, su vida estuvo llena de alegrías y grandes amistades a quienes siempre estaba dispuesto a ayudar mostrando su lado solidario.

Así lo recuerda su padre Víctor Prado, quien en medio de esta dolorosa pérdida reconoció que Airon se caracterizó por ser “un niño amable, solidario y cariñoso”. Incluso asegura que estas cualidades serían las que lo llevaron a viajar a Talca el día de la tragedia. Víctor señala que los amigos de Airon, Benjamín y Araceli recibieron una llamada telefónica cuando regresaban del Lago Colbún. Esa llamada era de otra amiga de ellos que les pedía que la fueran a buscar y que se encontraba en el sector del Cerro La Virgen. “Mi hijo les dijo que él los acompañaba, no podía dejar que sus amigos (Benjamín y Araceli) fueran solos, por lo que él les dijo que los llevaba”.

Víctor destacó que su hijo era muy querido por sus amigos que llegaron de distintas partes del país para despedirlo, porque no solo se dedicaba al deporte tradicional sino que también formó parte de comunidades virtuales de distintos juegos en línea que tras conocer del trágico accidente llegaron hasta su casa a expresar su dolor por la repentina partida.

El padre de Airon recuerda que días antes del accidente su hijo se sentó junto a él para contarle que había reunido todos los docmentos necesario para inscribirse en la carrera que deseaba estudiar el próximo año, ingeniería en prevención de riesgo. “Estaba contento, me dijo ‘papá esto es lo que quiero hacer’, además tenía el deporte y cualquier tipo porque practicaba de todo, tiene muchas medallas y trofeos por su dedicación a cada deporte que practicó” agregó.

Alejandra Ramos, madre de Airon destacó que fue “un  niño cariñoso, respetuoso y muy alegre”. Agrega que “mi hijo fue muy querido por sus amigos y se puede ver en las muestras de aprecio hacia él” mientras muestra la gran cantidad de arreglos florales que lo rodeaban en el velorio y que además se debieron dejar en el patio de su casa porque no era posible poner más al interior.

Al otro día Araceli iniciaba su práctica laboral

Estudiante de segundo año de la carrera de Terapia Ocupacional,  era Araceli Urra Gonzales  de 21 años. Se encontraba entusiasmada con todo lo que estaba aprendiendo, porque podía aplicar ese conocimiento con su abuelo quien hace un tiempo sufrió un infarto cerebro vascular que le dejó secuelas.

La alegría de Araceli era contagiosa y por eso es que en su familia están seguros que fue lo que la unió a sus amigos Benjamín y Airon. La recuerdan siempre con una sonrisa en su rostro.

Viviana Gonzales es tía de Araceli y nos contó que “éramos súper unidas, nos llevábamos de diferencia tres años, era mi hermana pequeña, nos amábamos mucho, éramos muy buenas amigas nos contábamos nuestros secretos. Con su forma de ser era la alegría de toda la familia, extrovertida, le gustaba siempre verse bien y no solo eso sino que siempre se le observaba  con una gran sonrisa que contagiaba alegría. Hace dos años falleció mi mamá (abuela de Araceli) y era ella quien nos subía el ánimo a todos”.

Viviana dice que siempre se destacó en los estudios porque le encantaba aprender para poder ayudar a los demás. Por eso decidió ingresar a la universidad, pero a una carrera en la que pudiera volcar esa vocación social. “Cursaba el segundo año de terapia ocupacional y ya tenía gran conocimiento, quería terminar la carrera y trabajar, sabía que podía ayudar a las personas. Hace un tiempo mi papá (abuelo de Araceli) sufrió un infarto cerebro vascular y por el conocimiento que Araceli adquirió estudiando pudo ayudarlo, le hacía masajes, su apoyo fue muy valioso para toda la familia. Sabemos que ya no está, pero todavía no lo puedo creer, es muy doloroso porque se fue la persona más alegre que he tenido en mi vida” agregó.

Franklyn Urra es tío de Aracelia y recuerda que su nacimiento fue muy importante para la familia “fue como una hija más, la primera. Nosotros somos cuatro primos que nos criamos juntos y el mayor fue padre primero pero para nosotros fue como una hija. Siempre fue extrovertida, espontánea, con la sonrisa en su rostro siempre”.

Al día siguiente de la tragedia Araceli debía iniciar su primera práctica laboral y estaba emocionada por eso. “Se había preparado bastante, estudiaba mucho y estaba emocionada por lo que se venía en su carrera. Se va a extrañar mucho porque era la que repartía alegría a toda la familia” añadió.

“Benjamín era muy de piel, de besos, de abrazo”

Rodrigo Benjamín Valdés Cerna a sus 21 años dejó  proyectos inconclusos que su familia se encargará de que no se olviden. La solidaridad es parte de ellos y se reflejó en su interés por ayudar a quien lo necesitara y lo hacía con una contagiosa alegría que invitaba a los demás a ser parte de sus acciones. La alegría que lo caracterizó durante toda su vida fue acompañada por el cariño que siempre demostró con sus amigos, familia y por sobretodo con su madre y también su abuela, a quienes abrazaba constantemente y las llenaba de besos, expresando cada vez que podía el amor que sentía por ellas.

“Benja, como de cariño le decían sus amigos y familia, se caracterizó por ser el centro de atención de las reuniones familiares y los encuentros con los amigos. Así es como lo recuerda María Cerna Guerrero,  una tía, quien destacó que Benjamín “era un niño muy alegre, muy cariñoso, muy de piel, era un niño muy lindo. Compartía mucho con nosotros porque mi hija era como de su edad y pasaban todos los cumpleaños juntos y después del accidente de su mamá nos juntamos más como familia”.

María Cerna destaca que era muy cariñoso también con su abuela. “El Benja, era muy de piel, de besos y abrazos, era muy expresivo y eso hizo que tuviese muchos amigos. A pesar de no haber sido  un estudiante sobresaliente, sino que más bien del promedio, pero donde si se destacó fue en la amistad, realmente tiene muchos amigos, con quienes le gustaba salir a bailar y por sobretodo salir con su sobrino que era el único que tenía”.

María Fernanda Faúndez, prima de Benjamín lo recuerda con mucho cariño. Al ser de una edad similar compartieron muchos momentos, desde los cumpleaños de infancia hasta salir a bailar que los unió pese al distanciamiento que se generó por las exigencias de los estudios. “Lo recuerdo como una persona súper alegre, cariñoso sobretodo muy de piel con mi abuela y con su mamá y demostraba demasiado su afecto por ellas, le gustaba abrazar a sus amigos y amigas, compartir mucho con ellos”.

María Fernanda cree que por su forma de ser,  Benjamín se hubiese inclinado por una profesión en la que se tuviera que relacionarse con las personas, debido a que le gustaba compartir y también ayudarlas en lo que fuese necesario.

“El Benja era muy buena persona. Desde chico era así, alegré bueno para divertirse, el alma de la fiesta, le gustaba estar con los amigos, ahora de grande salíamos, íbamos a fiestas. Voy a extrañar mucho al Benja, aun no lo puedo creer que no esté, fue algo inesperado. Me hubiese gustado darle un abrazo y decirle que lo quería mucho” señaló María Fernanda.

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