Es un hecho avalado por los indicadores que cada vez más y más personas han ido mejorando sus ingresos, y legítimamente aspiran a mejorar su calidad de vida. La situación de la pandemia, finalmente será solo un bajón temporal, no obstante, la línea tendencia se mantendrá en constante crecimiento.
Esta condición de millares de habitantes, les ha hecho mirar de otra manera la forma de vivir, pues se han ido conjugando ciertas variables que completan la fórmula: auto más caminos transitables en forma permanente y mayor disponibilidad financiera. El resultado de esta buena fórmula, es la segunda vivienda o definitivamente, el cambio a una primera vivienda, pero de lo urbano a la buena calidad de vida que entrega el campo. Es decir, el fenómeno que se está presentando es que la gente se quiere ir a vivir al campo, a la parcela, a la ruralidad. Es por ello que se está formando una nueva ruralidad.
No se han publicado cifras oficiales, respecto de esta situación, pero basta con dar un recorrido por algunas rutas de la región en cualquiera de las cuatro provincias y es evidente la situación. Fácilmente puede haber unas 10 o 15 mil parcelas, generadas en los tres o cuatro últimos años.
Este fenómeno, también tiene una segunda explicación (la primera se indicó más arriba). Para que haya un comprador, tiene que haber un vendedor. Entonces bien valdría la pena analizar el motivo de que exista tanto propietario que haya optado por parcelar su propiedad y venderla, en lugar se seguir utilizándola como un suelo productivo agrícola o forestal. No se ha visto ninguna publicación al respecto, pero se podría suponer que por un lado la fuerte disminución de precipitaciones ha generado improductividad en muchos sectores y la alternativa (que no necesita riego), es decir la forestal, ya no cuenta con ningún apoyo del Estado, que le permita a un pequeño propietario plantar árboles, en especial los apropiados para los suelos secos, como lo son la mayoría de los de nuestra región (¿en que estarían pensando nuestro congresales cuando hace ya diez años, eliminaron todo apoyo?) .
Ahora hay una nueva ruralidad, que por cierto requerirá servicios, insumos y muchos recursos, que con todo derecho deberán reclamar los nuevos habitantes.
Las miles de parcelas que están sustituyendo suelos productivos por inmobiliarios, son un hecho evidente en nuestra región, es la nueva ruralidad que evidente deberá cambiar la estadística de los 292 mil habitantes que hasta hace un tiempo, eran considerados como rurales.