En esta época estacional de cada año, luego de algunas lluvias, los cauces de esteros y ríos en muchas partes de la región, comienzan a teñirse de un color café ocre. Para algunos es un simple cambio de paisaje, propio de cada invierno, sin prestar mayor atención a aquel fenómeno.
Lo cierto del hecho descrito, es que ese color café del agua, es producido por tierra, tierra fértil que baja arrastrada de suelos con pendientes y que por gravedad e impulso va cayendo y perdiéndose, generando el problema conocido como erosión.
Chile ha sufrido ese fenómeno, desde la época de la colonización, en que en forma sostenida se produjo una sobre explotación de las coberturas vegetacionales, sin ningún tipo de control. No hay mayor registro de cuanta cobertura se perdió en todo ese destructivo proceso, pero se estima que al inicio de la independencia de lo que hoy es Chile, podría haber tenido una superficie de bosques equivalente a unas 24 millones de hectáreas de bosques, cayendo a poco más de 10 millones hacia fines del siglo 19. (hoy nos hemos recuperado en algo y se tiene aproximadamente 17 millones) Había una fiebre de uso agrícola de suelos no aptos para ese uso, en especial en los suelos ubicados sobre la cordillera de la costa.
Algunos registros históricos, indican que en la zona comprendida entre Bio Bio y Cautin, se pasó de una producción exportada de trigo, de 70 mil quintales en 1870 a 890 mil en 1885. Había una gran presión sobre suelos, que finalmente los dejó salvajemente exterminados, sin cubierta fértil. Elizalde en su libro “La sobrevivencia de Chile” elaborado en 1958, indica textualmente: “Desde 1939, parte apreciable de los suelos de Maule, Concepción y Malleco han dejado de producir, muertos por la erosión”, “..mas del 80 % de la superficie agrícola de Malleco, que durante un tiempo fuera el mayor granero de la Republica, está severamente erosionado.. en algunas comunas el suelo fértil ha desaparecido por completo..la zona del Maule, está erosionada en su mayor parte, estimándose que ya hay más de 20 mil hectáreas totalmente inertes. La zona entre Cauquenes y Cauquenes Alto presenta suelos verdaderamente esqueléticos por la enormidad de zanjas que presentan. Esto se debe a que se ha cultivado indiscriminadamente el trigo, año tras año, sin rotación alguna, en pendientes pronunciadas”.
A muchos de nosotros se nos acuñó en el colegio, una frase, “Chile granero de America”. Efectivamente así fue, pero a un costo y con una deuda, que casi 100 años después de hacer los severos diagnósticos, aún la seguimos pagando.
Ahora bien, Chile se ha ido recuperando parcialmente de ese desastre ambiental y lo ha hecho cubriendo esas superficies de nuevos bosques, pues la única forma efectiva de parar la erosión es cubriendo los suelos con vegetación. Si antes había erosión y hoy hay árboles, eso es bueno.