¿Qué ocurrió?
Un fuerte impacto político causó la votación en el Senado de la acusación constitucional presentada por partidos de la oposición en contra del Presidente de la República, Sebastián Piñera, tras la publicación de antecedentes que lo involucrarían a él y a su familia en actos supuestamente irregulares asociados a la venta del proyecto Minera Dominga en el norte de Chile.
¿Cuál fue la votación?
Ocurre que, luego de la aprobación de la acusación en la Cámara de Diputados, en sus dos capítulos de faltas a la probidad y atentado contra el honor de la Nación, en el Senado también fueron votados a favor ambos capítulos por mayoría simpe, pero sin alcanzar el quórum legal de dos tercios, por lo cual, la acusación fue rechazada y archivada.
¿Cómo votaron los senadores por el Maule?
La votación de los senadores por el Maule se polarizó y dividió, ya que mientras Juan Antonio Coloma (UDI) y Rodrigo Galilea (RN) estuvieron por rechazar ambos capítulos; en el lado contrario, el también senador, Álvaro Elizalde (PS), estuvo por aprobar ambos capítulos, mientras la senadora, Ximena Rincón (DC), aprobó el primero y rechazó el segundo.
¿Cuál es la evaluación del senador Coloma?
Consultado por su análisis frente a esta votación, el senador Coloma explicó que “lo primero es que, por la regla del quórum, se rechazó la acusación, demostrando que el Senado le puso sentido común a algo que es muy grave. Yo quiero decir con toda franqueza que aquí se buscó destituir al Presidente. ¿Tiene alguna racionalidad hacer esto a cuatro días de una elección, con todos los efectos que esto generaría en la democracia, simplemente por lograr efectos electorales?”.
¿Qué impacto electoral se buscaba según su opinión?
“Yo le quiero decir a las personas que esta acusación se pensó justo para que se votara cuatro días antes de la elección. Así lo plantearon los diputados autores. Incluso antes de que fueran al Senado a defender esta acusación, hubo una pelea entre estos diputados por el protagonismo, para perfilarse electoralmente con miras al próximo domingo. Eso es un abuso electoral de una institución muy importante”.
¿Cuál fue la última acusación y podría haber otras contra el nuevo Gobierno?
“La última acusación constitucional contra un Presidente fue hace 65 años, contra el general, Ibáñez del Campo, en una situación dramática que vivió el país. Entonces aquí, con tal de ganar votos o minutos en televisión, no hay vergüenza en arriesgar la estabilidad democrática. Y yo lo digo altiro; aquí se va a iniciar una era en que, quienquiera que sea Presidente, lo van a acusar constitucionalmente, porque ya se instaló que no es una medida de defensa institucional, sino una forma de hacer política y tener ventajas electorales”.
¿Qué le pareció que algunos senadores realizaran un planteamiento en sus discursos y después votaban en sentido contrario?
“Yo estuve todo el rato escuchando atentamente. Hubo incoherencias graves porque muchos se daban cuenta que esto no tenía ningún sentido. Lo que está pasando ahora es que tenemos una elección perfectamente normal, con un país que está funcionando, pero en todo el mundo quedamos como un país en crisis por la acusación constitucional. Esa es una forma absurda de generar tensión y descrédito que yo rechazo”.