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Destacan que empresa se desista de proyecto fotovoltaico en El Bajo de Talca

Concejales llamaron a la comunidad a seguir vigilantes y que la municipalidad impulse la protección del valor ecológico de la zona que estuvo en riesgo de intervención

El proyecto contemplaba instalar una planta fotovoltaica y de transmisión eléctrica en una zona que pronto será declarada como humedal urbano de Talca.

¿Cuál es el anuncio?

Este lunes 24 de enero el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) a través de un documento presentado por su director regional, René Christen, acogió la solicitud de la empresa que se desistió de seguir adelante con la tramitación de su declaración de impacto ambiental por su proyecto de instalación de una central fotovoltaica en el sector de El Bajo en Talca, una zona que es conocida por su valor ecológico y ambiental, por lo cual, se encuentra en proceso de ser declarado como el primer humedal urbano de la capital regional del Maule.

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¿En qué consistía el proyecto y a qué se debe el desistimiento de la empresa?

El proyecto estaba en trámite de evaluación ambiental desde mayo de 2021 y consistía en la instalación de 22.624 paneles fotovoltaicos en una zona de intervención de 55.997 metros cuadrados, por cuanto incluía una central de transmisión para las líneas eléctricas de alta tensión. En total, el proyecto contemplaba una generación de potencia nominal de 9,6 MW al Sistema Interconectado Central (SIC).

¿Cuáles fueron los cuestionamientos ambientales?

Ocurre que, el pasado 21 de enero, el SEA emitió su informe final de evaluación ambiental, donde rechazó el proyecto. La resolución indica lo siguiente en su parte fundamental: «Existiría alta probabilidad de alteración significativa a los sistemas de vida y costumbres de los grupos humanos, es decir, generación de efectos adversos significativos sobre la calidad de vida de éstos. Lo anterior, en consideración al Estudio de Riesgo de Inundación adjunto en el Anexo 1 del Adenda complementaria, el que debe contener análisis hidráulicos de ambos cauces frente a eventos de crecidas, y su influencia sobre el proyecto en análisis ya que el proyecto se emplaza entre los cauces del río Claro y del estero Piduco».

¿Qué más ocurrió en paralelo?

Junto a proceso formal y administrativo de evaluación ambiental, la agrupación El Bajo En Comunidad logró organizar a los vecinos y a expertos que, en compañía de concejales de Talca, acudieron ante el SEA para intervenir en el proceso de participación ciudadana, formalizando los cuestionamientos en torno al impacto ambiental y, en paralelo, la municipalidad de Talca anunció su petición ante el Ministerio de Medio Ambiente para que el cajón del río Claro sea declarado como humedal urbano de esta ciudad.

¿Ahora qué dijeron los concejales?

El concejal, Hernán Astaburuaga, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, sostuvo que «estamos muy contentos porque fue una pelea ciudadana que logramos ganar. Aquí trabajaron distintas organizaciones territoriales, socioambientales y vecinales que estaban muy preocupadas por el impacto que iba a tener este proyecto. Y, además, por la forma ilegal en que se había comenzado a intervenir el sector, sin tener los permisos ambientales. Así gracias a esos ciudadanos, pudimos tomar razón de aquello y desde la comisión pedimos una entrevista con el director regional del SEA y le entregamos todos los antecedentes. Por ello, lo vemos con un triunfo ciudadano».

Por su parte, la concejala, Javiera Carrera, quien integra la misma comisión, sostuvo que «el desistimiento de la empresa me parece una medida bastante adecuada, porque existen iniciativas que parecen ecológica, pero que implican impacto ambiental. En este caso, se iba a instalar el proyecto en una zona que queremos proteger ambientalmente. Por ello, se debe tener cuidado y estamos contentos, porque la comunidad hizo presión para revertir este peligro que existía sobre una zona de alto interés ecológico».

¿Qué hacer para que no vuelva un riesgo similar?

Al respecto, Javiera Carrera comentó que «debemos seguir con el mismo camino, estando alertas y exigiendo que se cumplan las medidas de mitigación de impacto ambiental. Lo otro es asegurar la participación ciudadana. Vamos a tener que estar atentos a estos proyectos para que las personas puedan opinar y manifiesten sus observaciones. En el Concejo Municipal vamos a estar muy dispuestos a apoyar a los vecinos».

Una opinión similar manifestó el concejal Astaburuaga, al señalar que «yo destaco la participación de organizaciones ambientales, con quienes constituimos la mesa de humedales urbanos de Talca, para que toda la zona sea protegida legalmente. Y todo esto gracias a las organizaciones que componen El Bajo En Comunidad. Sin ellos no hubiese sido posible detener el proyecto e iniciar el proceso de humedales urbanos».

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