Todo cambia. Sí, así se titula la canción del exiliado chileno Julio Numhauser y que inmortalizara la argentina Mercedes Sosa. Y si bien la letra habla de la transformación o modificación de las cosas y las personas a lo largo del tiempo, y también de que aunque todo cambie, el amor por la patria natal y al pueblo no lo hará, el estribillo -cambia, todo cambia- podría ser la banda sonora de lo que ha estado pasando en el Gobierno en la región del Maule. A la fecha, en estos un poco más de dos años de ejercicio, se han registrado 12 cambios de autoridades en delegaciones y seremías, un número de rotación que crece aún más si se consideran las jefaturas de direcciones regionales y servicios asociados a las carteras, como por ejemplo en la Corfo y Sercotec, por nombrar algunas.
Y estas continuas modificaciones no dejan de llamar la atención, más aún si se recuerdan las palabras a los medios de comunicación del Delegado Presidencial Regional, Humberto Aqueveque (Partido Socialista), a solo días de asumir el cargo en el 2022. “Este Gobierno va a darse el tiempo de elegir a las y los mejores representantes para las distintas seremías”, dijo en la oportunidad, agregando que “una vez que sean nombrados, estas autoridades puedan ponerse a trabajar en forma inmediata por el bienestar de la gente y para eso se requiere, además, revisiones de competencias técnicas, profesional, que tengan arraigo territorial, cercanía con la comunidad. Este es un proceso distinto, es un Gobierno transformador”.
Lamentablemente, durante la semana no fue posible obtener una entrevista con el Delegado para profundizar en esta materia. Eso sí, la lista de modificaciones es larga en las reparticiones del gabinete en el Maule y bajo argumentos que van desde lo técnico hasta lo político, con los denominados “ajustes” para mantener los equilibrios partidistas o bien de los parlamentarios, y donde en no pocos casos se ha carecido de una comunicación oficial que informe y explique a la comunidad lo sucedido. En el mejor de los casos, esto podría verse representado con un tablero de ajedrez, con movimiento de piezas, aún cuando para ello se espera prevalezca una estrategia.
El cambio más reciente -hasta ahora- es en la cartera de Justicia. El viernes de la semana pasada, José González (Federación Regionalista Verde Social) presentó su renuncia al cargo de Seremi y ya dos días hábiles después, el nuevo titular de la cartera, Juan Manuel Miño (Convergencia Social) -quien era el jefe de gabinete de la diputada Mercedes Bulnes (independiente)-, se encontraba sosteniendo reuniones con los servicios de la unidad. Un proceso veloz que no dejó indiferente al presidente en el Maule de la Federación Regionalista Verde Social, Raúl Palacios.
A mitad de semana, en el programa Radar Informativo de Atentos, señaló que “se separa del cargo a una persona que tiene buena evaluación desde Santiago y buena evaluación política en la región, incluso me atrevería a decir que el cambio fue a pesar de la opinión del Delegado, que siempre lo valoró sobresaliente, y no había queja respecto del rol y la función del Seremi de Justicia, sino que solamente por una cuestión de equilibrios políticos que a mi me parecen a lo menos discutibles”, agregando que “lo otro que nos llama la atención es que en los cambios en la región, se nota que no hay detrás una estrategia, una mirada de lo que es la región, sino que van siendo cambios muy puntuales, y aparentemente no hay una análisis, un diseño que diga: entramos en una nueva etapa y necesitamos hacer una recomposición del equipo”.
Asimismo, Raúl Palacios indicó que “puede parecer un poco extraño, porque el Seremi de Justicia renuncia el viernes de la semana pasada y el reemplazo se hace el martes de esta semana y se comunica hoy (miércoles)”, añadiendo que “hay Seremias en que se demoran meses, y aquí, a pesar de que se ha dicho que no ha habido presiones, que no hubo peticiones, ni nada, pero pareciera que el decreto estaba hecho hace días”.
Y hablando de días, solo unas jornadas antes del cambio en Justicia se tomó conocimiento de la salida del Seremi de Obras Públicas, Renzo Casas-Cordero (Partido Radical), quien semanas previas había recibido el cuestionamiento a su gestión por parte de distintos parlamentarios, especialmente de la senadora socialista Paulina Vodanovic, y el diputado de Evópoli, Jorge Guzmán. Esto generó un fuego cruzado entre radicales y socialistas y que finalmente terminó con la salida de Renzo Casas-Cordero, pese a los esfuerzos en sentido contrario por parte del diputado Alexis Sepúlveda (Partido Radical). Sobre su reemplazante, hasta el cierre de esta edición, no hay antecedente alguno.
Otro caso donde se actuó rápido, en procura de no ralentizar el funcionamiento de la cartera, fue en Agricultura. Tras la salida de Ana Muñoz (Federación Regionalista Verde Social), a quien se le pidió la renuncia el 12 de diciembre de 2023, casi a fines de enero de este año asumió la nueva titular Claudia Ramos del mismo partido.
Si bien no hubo una explicación oficial para la renuncia de Muñoz -quien hoy se encuentra trabajando como profesora en Pencahue-, se ha dicho que su eventual participación en una fiesta privada con otros funcionarios de gobierno y que derivó en una denuncia en la justicia por supuesto abuso sexual en contra de una profesional del gobierno, habría pesado en su contra.
Pero la rapidez observada en Justicia o en Agricultura no es la tónica. Hay casos en los que durante mucho tiempo las carteras se han mantenido sin autoridad titular.
Es el caso por ejemplo de Educación, donde tras la salida de su titular Francisco Varela (Partido Por la Democracia), el 30 de septiembre del año pasado, debieron pasar más de 5 meses para que el 4 de marzo del año en curso, asumiera su reemplazante, Verónica Ramírez, del mismo partido. Para la sorpresiva salida de Francisco Varela se adujo razones personales, incluso se habló de terminar un doctorado en el extranjero, sin embargo también trascendió la posible existencia de conflictos de intereses entre la empresa que comparte con su pareja y compras ante la CONADI en el 2022. Como sea, Varela se encuentra hoy laborando en la municipalidad de Pencahue.
Un caso muy particular es el de la Seremia de Gobierno. Su titular, Daniela Oberreuter (Revolución Democrática), haciendo uso de su pre y post natal, está siendo subrogada durante todo este periodo por la titular de la cartera de Energía Erika Ubilla (Comunes).
Otro caso bastante singular es lo ocurrido en la cartera de Transportes y Telecomunicaciones, donde se han registrado dos cambios de autoridad. La primera dimisión es de Ximena Oliva (Partido Por la Democracia), a partir del 1 de mayo de 2023, quien encontró luego empleo en la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, que lidera la gobernadora regional, Cristina Bravo (Democracia Cristiana). Ximena Oliva fue reemplazada por Angélica Sáez (Independiente -PPD), a contar del 29 de mayo de 2023. Esta última alcanzó a estar menos de un año en el cargo, ya que al protagonizar un accidente de tránsito, conduciendo en estado de ebriedad, presentó su renuncia al puesto en abril del año en curso. Hoy esta cartera está siendo llevada de manera interina por Pedro Orozco.
En el caso de Oliva, desde el Gobierno se informó que había sido una renuncia voluntaria, nuevamente sin entregar claras razones, pero trascendió la existencia de denuncias de carácter laboral en su contra.
Sin embargo, uno de los cambios más bullados es el que ocurrió el año pasado en Vivienda y Urbanismo. En medio de la investigación que aún se lleva adelante por el caso Convenios y Fundaciones -sobre los cuestionados traspasos de dinero a esta organizaciones- el titular Rodrigo Hernández (Revolución Democrática) debió presentar su renuncia en julio de 2023, pese a que solo días antes había sido defendido públicamente por el propio Presidente Gabriel Boric.
Rodrigo Hernández -a quien se le inició un sumario administrativo- terminó siendo reemplazado al tiempo después por Pablo Campos, de la misma colectividad.
Las otras carteras donde ha habido modificaciones en estos dos primeros años de gobierno son Desarrollo Social y Familia, donde el titular Manuel Yáñez (Convergencia Social), hombre cercano al Presidente Gabriel Boric, no alcanzó a completar un año en el cargo, presentando su renuncia el 14 de noviembre de 2022, siendo sucedido por Sandra Lastra (Partido Socialista) a contar del 17 de marzo de 2023. Durante su breve gestión enfrentó duras críticas por la demora y dificultades en la implementación del programa albergues para personas en situación de calle.
También en Cultura, las Artes y Patrimonio, la autoridad Carolina Loren (Federación Regionalista Verde Social) -quien hoy va como candidata a primaria municipal de Talca- se mantuvo en el puesto menos de un año, siendo reemplazada por Ángela Campos (Partido Socialista). Su salida en enero del 2023 se vio gatillada por un error administrativo al cesar de sus funciones a Juan Valdebenito, representante del CORE ante el Consejo de la Cultura, lo que constituiría una ilegalidad.
Y en Deportes, no deja de ser curioso que la titular Camila Peña, que asumió en abril de 2022, solo estuvo una semana en el cargo, siendo sucedida en el puesto por el hoy Seremi Iván Sepúlveda (Convergencia Social). Su abrupta salida se debió a que no contaba con la homologación correspondiente de su título profesional obtenido en México.
Pero eso no es todo. En las delegaciones presidenciales provinciales de Linares y Cauquenes también se registraron cambios. En la primera, salió Priscila González y entró Aly Valderrama (Partido Comunista), el 1 de septiembre de 2023, sin que existiera una explicación oficial para el cambio.
En tanto, en Cauquenes, el 12 de enero de 2023 abandonó Juan Reyes para ser reemplazado por Claudio Merino (Partido Por la Democracia). Reyes no alcanzó a completar un año de funciones, periodo en el que además enfrentó una denuncia por supuestas amenazas y retención ilegal en contra de una estudiante de enseñanza media. Reyes falleció en abril de este año.
INCAPACIDA
Para el Dr. Javier Agüero, académico el Departamento de Filosofía de la Universidad Católica del Maule, “la rotación sistemática tanto de las carteras ministeriales como de las Seremias regionales, el Maule es un buen ejemplo de eso, indica la incapacidad que ha tenido el Gobierno por un lado de poder darle directrices claras al funcionamiento de las carteras, pero al mismo tiempo hay algo más de fondo, un elemento más estructural, y que es que da cuenta de lo cambiante y repetido que ha sido el relato”.
En su opinión, hay una correlación entre el relato adaptativo, según las urgencias y demandas que a veces -dijo- la propia derecha le hace, y la rotación de los personeros importantes en ministerios y seremías.
“Hay una correlación efectiva entre la incapacidad de sostener un relato que rebota y es caja de resonancia en la rotación de autoridades, lo que al final del día da cuenta de una incapacidad a este nivel que está dentro de la estructura del cuerpo de Gobierno por comprometerse con líneas de gobernancia efectivamente claras”, enfatizó.
Para Mario Herrera, académico del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, lo que ha sucedido se debe principalmente a dos factores. “El primero es que desde el inicio del Gobierno les costó completar los cargos de seremias y los cargos de autoridades regionales en términos de direcciones regionales y todos los que son nombrados por el Presidente y eso se explica en parte por la dificultad de la coalición de Gobierno para encontrar cuadros dentro de las regiones y personas con la capacidad técnica para poder desempeñar esos cargos”, señaló, planteando además que “esa selección que se tuvo que hacer en función de estos criterios que son discrecionales, implicó además que las personas que fueron seleccionadas probablemente no tuvieron la misma revisión de antecedentes, la misma revisión que el resto de otras personas que ocupan cargos públicos”.
Herrera sostuvo que el segundo factor que incide es de carácter contingente. “Siempre observamos que durante el tercer y cuarto año de Gobierno, hay una mayor rotación de gabinetes ministeriales, de Seremis, de autoridades regionales, porque se presentan a elección y hay ciertas inhabilidades asociadas con los cargos”, sostuvo, por lo que podrían esperarse nuevos cambios en los siguientes periodos.
Entonces -cerró el académico- “hay un proceso de rotación natural que ocurre producto de la contingencia y también esta dificultad general para encontrar cuadros dentro de las regiones que permitan ocupar estos cargos que son de confianza del Presidente”.
NO ES POSITIVO
Por su parte, el Dr. Christian Quinteros Flores, director del Magíster en Gestión Pública de la Universidad Católica del Maule (UCM) en Curicó, afirmó que “los sucesivos cambios en las autoridades públicas en ningún caso es un factor positivo, muy por el contrario, afectan negativamente varios aspectos de la gestión pública”.
En primer lugar, -dijo- independiente de si la autoridad pertenece al gobierno central o al gobierno regional, “nunca es positivo sostener altos niveles de rotación. Cualquiera sea la razón o causa de tal rotación, renuncia voluntaria o solicitud de renuncia, los principales afectados siempre serán los ciudadanos y ciudadanas que esperan resultados y/o producto de la gestión pública. Veamos posibles efectos de esta rotación especialmente en territorios regionales o más alejados del centro político del país”:
Argumentó que una alta rotación, podría significar o evidenciar bajos incentivos para que un determinado Gobierno pueda “retener” funcionarios calificados en las regiones y localidades más apartadas en relación al centro político de la Región Metropolitana, lo que refuerza y profundiza cualquier diagnóstico de inequidad territorial.
En segundo lugar, señaló que “una permanente rotación, afecta sin lugar a dudas la confianza en una estructura de interdependencia de confianzas y en los estándares de gobernanza pública”.
En tercer lugar, sostuvo que “afecta la continuidad metodológica de los proyectos, ya que los cargos directivos que en su mayoría recaen en profesionales en los servicios públicos, son los que deben tomar decisiones estratégicas de acuerdo al proyecto político presidencial o regional según sea el caso, lo que evidentemente ralentizaría las iniciativas de desarrollo. Esto afectaría la inversión pública, al no tener por ejemplo funcionarios públicos que lideren- sistemáticamente- los procesos de inversión”.
También, afirmó que “impacta en la autoimagen de cada territorio, lo que a nuestro juicio es lo más grave, ya que, al no tener claridad sobre las causas de tales rotaciones, se podría pensar en una cierta autoimagen menoscabada que finalmente desembocaría en la metáfora de la desesperanza aprendida en clave territorial, es decir no hago nada para resolver porque nada resultará”.
En este contexto, explicó que la permanente rotación de funcionarios públicos afecta no solo la continuidad de los proyectos, sino que además la necesaria confianza pública que debe existir en un sistema que genera políticas públicas.
Llevado a un partido de fútbol, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric está jugando el segundo tiempo. Habrá que ver si César Concha (Partido Socialista), en Bienes Nacionales, Gloria Icaza (Independiente) en Salud, Claudia Morales (Independiente) en Mujer y Equidad de Género, Javiera Vivanco (Partido Comunista) en Economía, Maribel Torrealba (Convergencia Social) en Trabajo y Previsión Social, y Daniela de la Jara (Acción Humanista) en Medio Ambiente, y todos las autoridades que se han ido incorporando al Gobierno en las distintas carteras, logran llegar hasta “el minuto 90” o bien dejan sus puestos, ya sea por renuncias “solicitadas” o por voluntad propia, como sería el caso si quisieran optar a algún cargo de elección popular para el 2025. Mientras, sigue sonando constante el estribillo “cambia, todo cambia”.